A los valerosos meridianos
21 de junio de 1813
Simón Bolívar,
brigadier de la unión y general en jefe del ejército del norte, libertador de Venezuela
A los valerosos Meridianos:
Después de los desastres que las vicisitudes físicas y
políticas que ha padecido la ilustre Venezuela, la hicieron descender al
sepulcro, habéis visto renacer la luz de la libertad, que las invictas armas de
la Nueva Granada
os han traído. Un ejército de hermanos os ha vuelto al regazo de la patria que
los tiranos habían destruido, y vuestros libertadores han resucitado. Ya sois
otra vez ciudadanos de la
República federal; ya sois otra vez hombres, y ya volvéis a
ser libres al abrigo de vuestras leyes y magistrados que el Congreso Granadino
os ha restituido,. Para que defendáis hasta la muerte los derechos que antes
perdisteis, y os usurparon los monstruos de la España que nos hacen una
guerra impía porque les disputamos la libertad, la vida, y los bienes que la
clemencia del cielo nos ha dado. Si, Americanos, los odiosos y crueles
españoles han introducido la desolación y la muerte en medio de los inocentes y
pacíficos pueblos del hemisferio colombiano, porque la guerra y la muerte que
justamente merecen los ha hecho abandonar su país nativo que no han sabido
conservar y que han perdido con ignominia. Tránsfugas y errantes como los
enemigos del Dios salvador se ven arrojados de todas partes y perseguidos por
todos los hombres. La Europa
los expulsa, y la América
los rechaza porque sus vicios en ambos mundos los han cargado de la execración
de la especie humana. Todas las partes del globo están teñidas en sangre
inocente que han hecho derramar los feroces españoles, como todas ellas están
manchadas con los crímenes que lean cometido, no por amor a la gloria, sino en
busca del metal que es su Dios soberano. Los verdugos que se titulan nuestros
enemigos han violado el sagrado derecho de gentes y de las naciones en Quito, La Paz , México, Caracas y
recientemente en Popayán. Elles sacrificaron en sus mazmorras a nuestros
virtuosos hermanos en las ciudades de Quito y La Paz. Degollaron a
millares de nuestros prisioneros en México: sepultaron vivos en las bóvedes y
pontones de Puerto Cabello y de La
Guaira a nuestros padres, hijos, y amigos de Venezuela: han
inmolado al Presidente y Comandante de Popayán con todos sus compañeros de
infortunio: y últimamente ¡Oh Dios! casi a presencia de nosotros han hecho una
espantosa carnicería en Barinas de nuestros prisioneros de guerra, y de
nuestros pacíficos compatriotas de aquella capital!... Mas esas víctimas serán
vengadas, estos verdugos serán exterminados. Nuestra vindicta será igual a la
ferocidad española. Nuestra bondad se agotó ya y puesto que nuestros opresores
nos fuerzan a una guerra mortal, ellos desaparecerán de América y nuestra
tierra sena purgada de los monstruos que la infestan. Nuestro odio será
implacable y la guerra será a muerte.
Cuartel General de Mérida, junio 8 de 1813. -3°
SIMÓN BOLÍVAR.
Es copia.
Villa del Rosario, 21 de junio de 1813. -3°
Villavicencio.
Vocal Secretario
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