sin fecha General Simón Bolívar Muy señor mío

 /sin fecha

General Simón Bolívar

Muy señor mío:

Mi genio, mi Simón, amor mío, amor intenso y despiadado. Sólo por la gracia de encontrarnos daría hasta mi último aliento, para entregarme toda a usted con mi amor entero; para saciarnos y amarnos en un beso suyo y mío, sin horarios, sin que importen el día y la noche y sin pasado, porque usted mi Señor es el presente mío, cada día, y porque estoy enamorada, sintiendo en mis carnes el alivio de sus caricias.

Le guardo la primavera de mis senos y el envolvente terciopelo de mi cuerpo (que son suyos).

Su Manuela



Fuente:© Ministerio del Poder Popular del Despacho de la Presidencia

Las más hermosas cartas de Amor entre Manuela y Simón

Ediciones de la Presidencia de la República

Caracas - Venezuela, 2010

Cuartel General en Tunja, junio 16 de 1825 A la dulce, muy dulce y adorada Manuelita

 Cuartel General en Tunja, junio 16 de 1825

A la dulce, muy dulce y adorada Manuelita

Mi amor:

Sé que tienes mucha disposición hacia mí y que has aprendido todas las artes de la estrategia en el amor. Esto ha creado una de liciosa intimidad de pensamiento y afectos mutuos, que son ahora para mí un grato motivo de felicidad. ¿Sigues siendo la joya sagrada y sensual llena de encantos y atributos de belleza? Pues bien, querida amiga, yo sigo pensando y gozando de mi imaginación, aunque sé que no ignoras la magnitud de tu sacrificio si resuelves venir acá. Sí, yo invito, ¡Viva el amor en el raso y la seda, las camas mullidas con blandos colchones, los terciopelos rojos, las alfombras, la gloria de ver a una mujer más linda que Cleopatra, ejerciendo todo el poder de sus encantos sobre mis sentidos; el ludibrio de rasgar tus vestidos sin importar su costo, deshaciendo al mismo tiempo tu laborioso peinado de tocador.

Me atraen profundamente tus ojos negros y vivaces, que tienen el encantamiento espiritual de las ninfas; me embriaga sí, contemplar tu hermoso cuerpo desnudo y perfumado con las más exóticas esencias, y hacerte el amor sobre las rudimentarias pieles y alfombras de campaña.

Todo esto es una obsesión, la más intensa de mis emociones ¿Qué he de hacer? Tu ensoñación me envuelve en el deseo febril de mis noches de delirio. La moral, como tú dices, en este mundo es relativa; la sociedad que se gestó y ha surgido en esa desastrosa época de colonialismo es perniciosa y farsante; por eso no debimos actuar, como tú bien dices, sino al llamado de nuestros corazones.

Soy tuyo de alma,






Fuente: © Ministerio del Poder Popular del Despacho de la Presidencia
Las más hermosas cartas de Amor entre Manuela y Simón
Ediciones de la Presidencia de la República
Caracas - Venezuela, 2010

Cuartel General Arequipa, junio 8 de 1825 - Mi adorada Manuelita

 Cuartel General Arequipa, junio 8 de 1825

Mi adorada Manuelita:

Mi amor: tu hermosa carta del 1 de mayo y la perentoria del 3, me han hecho reflexionar en todas las circunstancias que nos afectan mutuamente. Añoro que en estas tierras no estés a mi lado, disfru tando de encuentros gloriosos con quienes premiaron al genio de mi Proyecto de Constitución Política del 16 de mayo, sobre la creación de la nación

Bolívar.

Aquí todo es alegría, pues con recibirme con arcos triunfales y conducirme bajo palio, engalanan mi vanidad que no es otra que la satisfacción de ver cumplidos mis anhelos de crear una quinta República; quedando constituida por las cuatro provincias de Chuquisa ca, Charcas, La Paz, Potosí y Cochabamba. Esto es mi vivo interés, para que no conste en parte de la nación Argentina, por lo del pro nunciamiento del año 10, ni del Perú, que es otra a la cual perteneció.

Sé, mi amor, que en esto no hay otra cosa que los ensueños de tu maravillosa imaginación. No te mortifiques más. Tu corazón ven turoso debe empeñarse con inquietudes que sólo son los hechizos fatuos de la incomprensión de tu marido. Relegaría con gusto todo lo que aquí acontece, con el torbellino que mi pasión ansía invadir tu intimidad y la mía.

Mi agradecimiento es a todas tus atenciones y desvelos que lle gan en procesión de sucesivos cariños, delicias y cuidados, que hacen sentir pobre mi descomedida actitud, que es sólo por la fuerza de mis obligaciones aquí. Sí, perdóname. A partir de hoy, dedicaré un poco de tiempo a esta agradable tarea de escribirte.




Mujeres en la independencia de Colombia sacrificadas por la libertad


 


#MujeresHeroinas 

MUJERES EN LA INDEPENDENCIA COLOMBIANA Autor: Alfredo Cardona Tobón Con el Cristo y con la espada los españoles dominaron el territorio americano durante tres siglos. Jerarcas católicos han reconocido los horrores de la inquisición, los abusos con los indígenas y la imposición violenta del cristianismo en el Nuevo Mundo. No ha ocurrido algo similar con los españoles que aniquilaron culturas y sometieron de la manera más cruel los anhelos de libertad de sus colonias. Claman justicia las aterradoras ejecuciones de Tupac Amaru y Tupac Catari en el Alto Perú, las de Galán y los comuneros y las atroces muertes ordenadas por el “Pacificador” Morillo y sus secuaces. La indiferencia de España ante tan abominables hechos se debe en gran parte a nosotros mismos, herederos de chapetones, que sin cuestionar a los peninsulares, agradecemos sus “favores” como se hizo en el primer centenario de la independencia y lo repetimos en este bicentenario. Duele sobre todo el sacrificio de tantas mujeres patriotas. Al analizar los motivos de las ejecuciones vemos que no había razón para semejante castigo. La mayor parte de las acusaciones tuvieron como base el auxilio a las tropas insurgentes, informaciones secundarias de movimiento de tropas o simplemente su adhesión a la causa patriota. En ese enorme universo de víctimas recordaremos algunas granadinas que ofrecieron su vida a la Patria y cuya memoria, en la mayoría de los casos, se está perdiendo en medio de la ingratitud de sus compatriotas. PRESENTACIÒN BUENAHORA Fue una casanareña de Pore, dueña de un extenso hato ganadero. Cuando todo parecía perdido, cuando la esperanza de libertad estaba en las lanzas de los llaneros, Presentación Buenahora surtía de caballos a las guerrillas de Ramón Nonato Pérez y suministraba víveres a la tropa del general Santander. En la casona del fundo hallaban refugio los soldados patriotas que atacaban al enemigo y como fantasmas se perdían entre los morichales. Presentación Buenahora cayó en manos del coronel Bayer en julio de 1816 y la fusilaron el 28 de julio en la plaza de Pore para que sirviera de escarmiento a los rebeldes. Su sacrificio no quedó impune. En abril del año siguiente las guerrillas del fraile Mariño capturaron a Bayer y lo ejecutaron inmediatamente. JUANA ESCOBAR Esta campesina de Sugamuxi cruzaba mensajes entre la vanguardia y la retaguardia del ejército libertador. En una de las misiones cayó en poder del general Barreiro, quien le ofreció el perdón si revelaba la posición y el número de combatientes patriotas. Ante su negativa se la condujo a los Corrales de Gámeza, donde tenían prisioneros a 37 llaneros. A todos, incluyendo a Juana Escobar, los ataron espalda con espalda y los atravesaron a lanza. En 1817 los españoles descubrieron una red de espionaje en Garagoa, Boyacá. Capturaron a Justina Estepa y la fusilaron el 16 de enero en la plaza de la población. El 9 de noviembre de ese año ejecutaron en esa misma aldea a Ignacia Medina, acusada de proveer víveres y medicinas a los rebeldes; el 3 de diciembre sacrificaron a María de los Ángeles Ávila y a Salomé Buitrago; dos días después, a Genoveva Sarmiento y el seis, a Inés Osuna. En Sogamoso vivía Teresa Izquierdo. Era una costurera que elaboraba ropa para las guerrillas y servía de contacto entre los alzados en armas del Socorro y Casanare. Los realistas la descubrieron al igual que a Estefanía Neira de Eslava. Ejecutaron a Teresa el 24 de julio de 1818 y a Estefanía el 18 de enero de 18l9. Poco después descubrieron las labores de espionaje de Juana Ramírez y la llevaron al paredón el 10 de mayo de ese año. Domitila Sarasti- Pasto- 1812 Luisa Góngora- Pasto- Muerta en 1812 Mercedes Ábrego- Cúcuta- Ejecutada en 1813 Rosa Zárate de Peña- Tumaco- 1813 Ramona Alvarán- Cúcuta- Fusilada en 1813 Rosaura Vélez-Tumaco- Fusilada en 1814 Eugenia Rázola- Turbaco- Ejecutada en 1815 Rosaura Rivera- Neiva- Muerta en 1816 Carlota Armero- Mariquita- Fusilada en 1816 Joaquina Aroca- Purificación- 1816 Candelaria Forero-Charalá- 1816 Justa Estepa- Casanare- Sacrificada en 1817 Anselma Leyton- Lérida-Fusilada en 1817 Babiana Talero- Zipaquirá- Ejecutada en 1817 Remigia Cuestas- Tiribitá- Fusilada en 1817 Ignacia Vásquez- Mompox- Asesinada junto con sus dos hijas en 1817 Policarpa Salavarrieta- Guaduas- Fusilada en 1817 Mercedes Loaiza- Villavieja- 1817 Inés Ozuna- Santa Fe de Bogotá- 1817 María del Rosario Devia- Natagaima- 1817 Dolores Salas- Neiva- 1817 Luisa Trilleras- Natagaima- 1817 Evangelina Díaz- Zapatoca- fusilada en 1818 Engracia Salgar- El Socorro- 1818 Antonia Santos- El Socorro- Ejecutada en 1819  

Fuente: https://historiayregion.blogspot.com/...jeres en la independencia de Colombia sacrificadas por la libertad

Lima, a 28 de mayo de 1825 Su Excelencia señor General Simón Bolívar

La apasionada historia de amor entre Simón Bolívar y Manuela Sáenz (+  cartas privadas)

Lima, a 28 de mayo de 1825
Su Excelencia señor General Simón Bolívar
Muy señor mío:
El teniente Salguero vino en dejarme su apreciable del 17, en que me hace gracia de sus escapadas a las funciones de gala en los recibimientos y homenajes en honor a la gloria de usted.
Bien sabe que comparto esas estrategias por su seguridad de usted; pues a mi modo de ver, es muy válido el que su Estado Mayor se preocupe por su vida, siendo que los malvados lo buscan como si fuera usted el único responsable de todo lo que pasa aquí.
Me dio mucha alegría leer su entusiasmo en lo referente al Decre to y Leyes para la creación de la República Bolívar o «Bolivia», como S.E. se empeña en llamarla. Bien sabe que en usted veo que sí hay razón y juicio para tales fines, y no en los de creación de Santander. Estimo muy conveniente que usted resuelva en correspondencia a este señor, su posición y educación de usted, así como todo lo que S.E. conoce y sabe, tanto en instrucción de libros sabios que usted ha estudiado, como en instrucción de milicia desde niño, para que le calme las dudas e intrigas, a satisfacción de la propia ignorancia de él.
La inteligencia de S.E. sobrepasa a los pensamientos de este si glo, y bien sé que las nuevas generaciones de esa provincia y de Amé rica, seguirán el resultado de las buenas ideas de usted, en procura de una libertad estable y hacienda saludables.
Le envío unos cariñitos y dulces que le encantan a S.E. Use el pañuelo que le bordé para usted, con mi amor y devoción, así como la camisa, que es inglesa. La compré a un vendedor que trajo mercadería de una goleta que naufragó cerca del Callao, y por su mercancía sin aduana, no piense usted otra cosa. Lo amo desde lo más profundo de mi alma. Cuidado con las ofrecidas. ¡Qué de mí se olvida para siempre!
Suya,

DISCURSO PRONUNCIADO POR EL LIBERTADOR EN LIMA

Biografía de Simón Bolívar: El LIbertador, resumen de vida.


DISCURSO PRONUNCIADO POR EL LIBERTADOR EN LIMA, ANTE EL CONGRESO, EL 10 DE FEBRERO DE 1825, ANIVERSARIO DEL DÍA EN QUE SE ENCARGARA DE LA DICTADURA, DANDO CUENTA DE SU CONDUCTA
SEÑORES, LOS REPRESENTANTES del pueblo peruano se reúnen hoy bajo los auspicios de la espléndida victoria de Ayacucho, que ha fijado para siempre los destinos del Nuevo Mundo.
Hace un año que el Congreso decretó la autoridad dictatorial, con la mira de salvar la república, que fallecía oprimida con el peso de las más espantosas calamidades. Pero la mano bienhechora del ejército libertador ha curado las heridas que llevaba en su corazón la patria; ha roto las cadenas que había remachado Pizarro a los hijos de Manco-Capac, fundador del imperio del sol, y ha puesto a todo el Perú bajo el sagrado régimen de sus primitivos derechos.
Mi administración no puede llamarse propiamente sino una campaña; apenas hemos tenido el tiempo necesario para armarnos y combatir, no dejándonos el tropel de los desastres otro arbitrio que el de defendernos. Como el ejército ha triunfado con tanta gloria para las armas peruanas, me creo obligado a suplicar al Congreso que recompense debidamente el valor y la virtud de los defensores
de la paria.
Los tribunales se han establecido según la ley fundamental. Yo he mandado buscar el mérito oculto para colocarlo en el tribunal; he solicitado con esmero a los que profesaban modestamente el culto de la conciencia, la religión de las leyes.
Las rentas nacionales no existían; el fraude corrompía todos sus canales; el desorden aumentaba la miseria del Estado. Me he creído forzado a dictar reformas esenciales y ordenanzas severas, para que la república pudiese llevar adelante su existencia, ya que la vida social no se alimenta sin que el oro corra por sus venas.
La crisis de la república me convidaba a una preciosa reforma, que el curso de los siglos, quizá, no volverá a ofrecer. El edificio político había sido destruido por el crimen y la guerra: yo me encontraba sobre un campo de desolación; mas con la ventaja de poder constituir en él un gobierno benéfico. A pesar de mi ardiente celo por el bien del Perú, no puedo asegurar al Congreso que esta obra haya llegado al grado de mejora con que me lisonjeaba mi esperanza. La sabiduría del Congreso tendrá que emplear toda su eficacia para dar a su patria la organización que ella requiere, y la dicha que la libertad promete. Séame lícito confesar, que no siendo yo peruano, me ha sido más difícil que a otro la consecución de una empresa tan ardua.
Nuestras relaciones con la república de Colombia nos han proporcionado poderosos auxilios. Nuestra aliada y confederada no ha reservado nada para nosotros; ella ha empleado su tesoro, su marina, su ejército en combatir al enemigo común, como en causa propia.
El Congreso observará por estas demostraciones de Colombia el precio infinito que tiene, en el orden americano, la íntima y estrecha federación de los nuevos estados. Persuadido yo de la magnitud del bien que nos resultará de la reunión del Congreso de representantes, me he adelantado a invitar a nombre del Perú a nuestros confederados, para que, sin pérdida de tiempo, verifiquemos en el Istmo de Panamá, esa augusta asamblea que debe sellar nuestra alianza perpetua.
La república de Chile ha puesto a las órdenes de nuestro Gobierno una parte de su marina, mandada por el bizarro vicealmirante Blanco, que actualmente bloquea la plaza del Callao, con fuerzas chilenas y colombianas.
Los Estados de México, Guatemala y Buenos Aires nos han hecho ofertas de servicios, aunque sin efecto alguno, a causa de la celeridad de los sucesos. Estas repúblicas se han constituido y mantienen su tranquilidad interna.
El agente diplomático de la república de Colombia es el único que, en estas circunstancias, ha sido acreditado cerca de nuestro Gobierno.
Los cónsules de Colombia, de los Estados Unidos de América y de la Gran Bretaña se han presentado en esta capital a ejercer sus funciones; el último ha tenido la desgracia de perecer de un modo lamentable; los otros dos han obtenido el exequatur correspondiente, para entrar en los deberes de su cargo.
Luego que los sucesos militares del Perú sean conocidos en Europa, parece probable que aquellos gobiernos decidan definitivamente de la política que hayan de adoptar. Me lisonjeo que la Gran Bretaña será la primera que reconozca nuestra independencia. Si hemos de dar crédito a las declaraciones de la Francia, ella no está muy distante de unirse a la Inglaterra en esta marcha liberal; y tal vez el resto de la Europa seguirá esta misma conducta. La España misma, si oye los consejos de su propio interés, no se opondrá más a la existencia de los nuevos estados que han venido a completar la sociedad del universo.
Legisladores, al restituir al Congreso el poder supremo que depositó en mis manos, séame permitido felicitar al pueblo porque se ha librado de cuanto hay de más terrible en el mundo: de la guerra, con la victoria de Ayacucho, y del despotismo con mi resignación.
Proscribid para siempre, os ruego, tan tremenda autoridad, ¡esta autoridad que fue el sepulcro de Roma! Fue laudable, sin duda, que el Congreso, para franquear abismos horrorosos y arrostrar furiosas tempestades, clavase sus leyes en las bayonetas del ejército libertador; pero ya que la nación ha obtenido la paz doméstica y la libertad política, no debe permitir que manden sino las leyes.
Señores: el Congreso queda instalado.
Mi destino de soldado auxiliar me llama a contribuir a la libertad del Alto Perú y a la rendición del Callao, último baluarte del imperio español en la América meridional. Después volaré a mi patria a dar cuenta a los representantes del pueblo colombiano de mi misión en el Perú, de vuestra libertad y de la gloria del ejército libertador.

Fuente:  ©Fundación Biblioteca Ayacucho, 2007
Colección Claves de América Digital, Nº 1

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