Cartas
AL general Santander
A bordo del Estimbot, 15 de diciembre de 1826.
A s. El general F. de P. Santander.
Mi querido general:
Al llegar anoche a este bote recibí cartas del
general Briceño hasta el 27 del pasado. Por ésta sabemos que Carabaño tuvo la
temeridad de hacer atacar el castillo con el batallón Occidente cuya mitad se
pasó al ejecutar el movimiento. No obstante, dicen que murió un ayudante de
caballería y, en fin, ya ha corrido sangre. La guerra en Puerto Cabello parece
que ha comenzado con buen suceso, mas no ha sucedido en Cumaná. Bermúdez ha
tenido que abandonar a Cumaná, y se ha retirado a Barcelona, bien sea por falta
de fuerzas o por exceso de patriotismo. Lo cierto del caso es que allí también
ha corrido sangre, y más aun, el coronel Machado, que se halló en todas las
refriegas del Oriente, me ha dado detalles muy largos sobre todo y por sus
noticias sé que los colores ya querían combatirse. El aspecto de las cosas en
el Oriente y en todo Venezuela es tal, que sólo mi patriotismo, sólo mi
consagración a esta patria podrían comprometerme a una nueva guerra más cruel y
más sangrienta de cuantas hemos visto: guerra que durará cuando menos dos o
tres años.
Desde que recibí la noticia del movimiento de
Puerto Cabello no he titubeado ya en el partido que debía tomar, y ya he dado
muchas órdenes para reunir un cuerpo de ejército en Trujillo, como antes he
dicho a Vd. Estoy persuadido que la fuerza y el temor deben de ser ya los
elementos que debemos emplear. Como Vd. sabe Salom ha ido a buscar los
batallones Junín y Vargas para llevarlos a Trujillo donde los recibiré yo.
Ahora he determinado mandar a buscar el batallón Callao que se halla en
Cartagena, para que vaya a reforzar a Briceño a Puerto Cabello, que me pide
refuerzos. "La Ceres "
y el escuadrón de Granaderos deben de estar ya en el mar, y si no, repita Vd.
la orden para que vaya a Puerto Cabello, que yo haré otro tanto desde
Maracaibo. El batallón Paya y el escuadrón de Húsares que están en Bogotá,
pueden bajar a Maracaibo a guarnecerlo, porque yo voy a sacar de allí el
batallón Boyacá y el escuadrón de Dragones para emplearlos en esta campaña: el
batallón Boyacá deberá llevar toda su fuerza y "Paya", que deba venir
a reemplazarlo a Maracaibo, ha de traer 600 plazas, por lo menos. Para hacer la
guarnición de la capital puede Vd. mandar venir el batallón que se halla en
Popayán y de este modo se acercan más fuerzas al Norte. Todas estas operaciones
no podrán marchar adelante si no hay dinero. Yo insisto en que volando se
manden al general Fortoul los cincuenta mil pesos que pedí desde Cúcuta, y a mi
cuartel general todo el que se pueda. De pronto doscientos mil pesos, por lo
menos. Para estos envíos tómense los caudales de los réditos que están reunidos
ya. De nada nos servirá pagar uno ni dos dividendos, si después se han de
perder dividendos y capital. Los señores ingleses que tengan paciencia, porque
perdiéndose el país también se perderán sus millones.
Hoy continúo a Maracaibo. Por las noticias que
tengo de allí parece que está tranquilo, a pesar de que no han dejado de haber
sus grititos por federación y después sabe Dios lo que pedirán. Se me olvidaba
decir a Vd. que el escuadrón de Dragones que estaban en la ciudad fue preciso
echarlos a Sinamaica, porque eran algo peligrositos y, sin embargo, este es uno
de los cuerpos que voy a emplear.
Persuádase Vd., mi querido general, todo está
perdido para siempre si no obramos con actividad. La guerra del Oriente va a
ser muy cruel y durará tres y cuatro años. Sucederá lo mismo que cuando combatíamos
los españoles: hoy serán derrotados y mañana se presentarán más fuertes. Por
todo lo que yo sé del Oriente, la guerra que se va a hacer allí va a ser muy
cruel, muy desastrosa; en ella están empleados los más viles canallas que tiene
la tierra; los hombres más perversos que se conocen, hombres que la harán caer
en manos de la gente sólo por maldad y venganza. Repito que esta lucha va a
durar muchos años. Vd. sabe que yo pocas veces me engaño: conozco mucho a los
hombres y las cosas.
En esta campaña lo menos que van a emplearse
serán 2.000 hombres veteranos, fuera de milicias y tres o cuatro buques de
guerra. Por lo mismo, es preciso que Vd. me haga continuas remesas de dinero
para atender a tanto gasto.
De Maracaibo escribiré a Vd. Ya parte la
embarcación que lleva esta carta y yo también.
Soy de Vd. de todo corazón.
BOLÍVAR
P. D. - La guerra del Oriente la hacen gentes
de color puro y, por lo mismo, no hay duda de su objeto. Lo que quiero decir
con respecto a los 2.000 hombres y buques que se van a emplear es que de la Nueva Granada salen
estas fuerzas; que, por lo por lo mismo, su mantención debe venir de allá, que
se ve libre de esta fuerza consumidora. Vale.