SIMÓN BOLÍVAR IDEARIO POLÍTICO



SIMÓN BOLÍVAR
IDEARIO POLÍTICO

DECRETO DE GUERRA A MUERTE
(Trujillo, 15 de junio de 1813)
Este decreto es conocido originalmente como «Proclama del General en Jefe del ejército Libertador de Venezuela a los Venezolanos». Es producto de la guerra sin cuartel que se desató en Venezuela durante la etapa inicial de la Independencia.
Este decreto, tiene sus antecedentes en la Proclama a los merideños, la cual fue una réplica a la Orden Trágica, ejecutada por el jefe realista Domingo Monteverde en Caracas durante el mes de marzo de 1813. Con esta acción, Bolívar dió respuesta a
la crueldad a que eran sometidos los republicanos e intensificó la lucha por la emancipación de Venezuela.
DECRETO DE GUERRA A MUERTE
SIMON BOLIVAR, brigadier de la Unión,
General en Jefe del Ejército del Norte
Libertador de Venezuela
Venezolanos:
Un ejército de hermanos, enviado por el soberano Congreso de la Nueva Granada, ha venido á libertaros, y ya lo teneis en medio de vosotros, después de haber expulsado á los opresores de las provincias de Mérida y Trujillo.
Nosotros somos enviados á destruir á los españoles, á proteger á los americanos y á restablecer los gobiernos que formaban la confederación de Venezuela. Los Estados que cubren nuestras armas, están regidos nuevamente por sus antiguas constituciones y
magistrados, gozando de su libertad é independencia; porque nuestra misión, solo se dirige á romper las cadenas de la servidumbre, que agobian todavía á algunos de nuestros pueblos, sin pretender dar leyes, ni ejercer actos de dominio, á que el derecho de la guerra podría autorizarnos.
Tocados de vuestros infortunios, no hemos podido ver con indiferencia las aflicciones que os hacen experimentar los bárbaros españoles, que os han aniquilado con la rapiña y os han destruido con la muerte: que han violado los derechos sagrados de las gentes:
que han infringido las capitulaciones y los tratados mas solemnes; y en fin han cometido todos los crímenes, reduciendo la República de Venezuela á la mas espantosa desolación. Así pues, la justicia exige la vindicta, y la necesidad nos obliga á tomarla. Que desaparezcan para siempre del suelo colombiano los mónstruos que lo infestan y han cubierto de sangre: que su escarmiento sea igual á la enormidad de su perfidia, para lavar de este modo la mancha de nuestra ignominia, y mostrar á las naciones del universo, que no se ofende impunemente á los hijos de América.
A pesar de nuestros justos resentimientos contra los inicuos españoles nuestro magnánimo corazón se digna, aun, abrirles por la última vez una vía á la conciliación y a la amistad; todavía se les invita á vivir francamente entre nosotros, si detestando sus crímenes y convirtiéndose de buena fé, cooperan con nosotros á la destrucción del Gobierno intruso de la España y al restablecimiento de la República de Venezuela.
Todo español que no conspire contra la tiranía en favor de la justa causa, por los medios mas activos y eficaces, será tenido por enemigo, castigado como traidor á la patria, y en consecuencia será irremisiblemente pasado por las armas. Por el contrario, se concede
un indulto general y absoluto á los que pasen á nuestro ejército con sus armas ó sin ellas: á los que presten sus auxilios á los buenos ciudadanos que se están esforzando por sacudir el yugo de la tiranía.
Se conservarán en sus empleos á los oficiales de guerra, y magistrados civiles que proclamen el Gobierno de Venezuela, y se unan á nosotros; en una palabra, los españoles que hagan señalados servicios al Estado, serán tratados como americanos.
Y vosotros, americanos, que el error ó la seducción ha extraviado de las sendas de la justicia, sabed que vuestros hermanos os perdonan sinceramente y lamentan vuestros descarríos, en la íntima persuasión de que vosotros no podéis ser culpables, y que solo la ceguedad é ignorancia en que os han tenido hasta el presente los autores de vuestras culpas, han podido induciros á ellas. No temáis la espada que viene á vengaros y á cortar los lazos ignominiosos con que os ligan á su suerte vuestros verdugos. Tendréis una inmunidad absoluta en vuestro honor, vida y propiedades: el solo título de americanos será vuestra garantía y salvaguardia. Nuestras armas han venido á protegeros, y no se emplearán jamás contra uno solo de nuestros hermanos.
Esta amnistía se extiende hasta á los mismos traidores que mas recientemente hayan cometido actos de felonía: y será tan religiosamente cumplida, que ninguna razón, causa ó pretexto bastará para obligarnos á quebrantar nuestra oferta, por grandes y extraordinarios que sean los motivos que nos deis para excitar nuestra animadversión.
Españoles y Canarios, contad con la muerte, aun siendo indiferentes, si no obráis activamente en obsequio de la libertad de Venezuela.
Americanos, contad con la vida, aun cuando seáis culpables.
Cuartel general de Trujillo, 15 de junio de 1813.
3° de la Independencia.
SIMON BOLIVAR.
Certifico,
Pedro Briceño Méndez,
Secretario. (4)
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(4) Texto Original tomado de: José Félix Blanco y Ramón Azpurua, Documentos para la Historia de la Vida pública del Libertador, Caracas, Ediciones de la Presidencia de la
República, 1978, t. IV, pp. 621 – 622.
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Fuente: © Despacho del Presidente
Simón Bolívar, Ideario Político
Ediciones de la Presdencia de la República
Caracas - Venezuela, 2004
Depósito Legal: lf53320043203141
ISBN: 980-03-0342-1
Impresión: Italgráfica S.A.

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