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SIMÓN BOLÍVAR: ENSAYO DE UNA INTERPRETACIÓN BIOGRÁFICA A TRAVÉS DE SUS DOCUMENTOS


SIMÓN BOLÍVAR: ENSAYO DE UNA
INTERPRETACIÓN BIOGRÁFICA A
TRAVÉS DE SUS DOCUMENTOS
Tomás Polanco Alcántara
Bolívar, en 1813, afirmó que doña Inés Mancebo de Miyares, esposa del Capitán
General don Fernando Miyares y Pérez Bernal(8)fue "quien en los primeros meses me
arrulló en su seno" y menciona que un corazón como el suyo sabe guardar gratitud a la
"que me aumentó como madre" (9). Años más tarde, en 1827, ratifica: "ella, (doña Inés)
en mis primeros días me dio de mamar" y exclama "¿qué más recomendación para
quien sabe amar y agradecer? (10).
Una mujer negra, llamada Matea, perteneciente a la servidumbre de doña Concepción,
hizo también con el niño las funciones de nodriza; otra mujer negra, de nombre Hipólita, fue quizá quien durante más tiempo realizó esa labor. Bolívar la recordó siempre con gran afecto. Por eso, en 1825, pidió a su hermana María Antonia que diera a Hipólita "todo lo que ella quiere... su leche ha alimentado mi vida y no he conocido otro padre que ella... "(11).
Si bien Bolívar no tuvo en sus venas sangre de personas étnicamente negras, recibió de
los pechos de mujeres negras el alimento primario de la vida. Esas mujeres negras lo
cuidaron, atendieron y enseñaron en sus primeros días. No es raro que de ellas
recibiera, para su espíritu, esa fantasía, esos "átomos color de rosa" esparcidos en su
imaginación infantil, como diría Pedro Emilio Coll que había hecho en él su propia aya
negra Marcelina (12).
Murió su padre en enero de 1786. El niño tenía algo más de dos años y quedó bajo el
cuidado exclusivo de doña Concepción, pues el Coronel don Juan Vicente, mediante
testamento, designó a su esposa como tutora y curadora de sus hijos, junto con ella, sus
únicos y universales herederos(13).
Esa muerte, por haber ocurrido siendo Bolívar todavía un niño muy pequeño, motivó que su espíritu buscase diversas formas de expresión de la necesaria imagen paterna: el
Marqués de Ustáriz, don Simón Rodríguez, su tío Esteban Palacios, don Fernando
Peñalver y según sus propias palabras ya citadas, hasta Hipólita.
Doña Concepción, viuda a los veinte y ocho años, tuvo que enfrentar los problemas de la familia..
Debía continuar la fábrica de la llamada "Quinta de la Cuadra del Guaire", que su esposo dejó sin terminar. Esa casa o quinta, ubicada en el sur de la ciudad de Caracas, muy cercana al río Guaire, estaba adjudicada en la herencia a su hijo Simón. Además de
pagar los costos de su fábrica, era necesario gastar dinero para dotarla de agua limpia,
de cercas e incluso de mejoras para la calle que va desde la casa hasta el río, todo con
cargo a la porción hereditaria correspondiente(14).
Doña Concepción se ocupó de tramitar judicialmente la defensa de los intereses de su
hijo Simón como heredero del "vínculo" constituido por don Juan Félix Jerez de
Aristeguieta, con los bienes que heredó de su madre doña Luisa Bolívar y Ponte.
El Dr. Jerez de Aristeguieta y Bolívar en su testamento, otorgado el 8 de diciembre de
1784, dispuso que los bienes que él había heredado de su madre doña Luisa Bolívar y
Ponte, hermana de don Juan Vicente Bolívar y Ponte, fuesen constituidos en forma de
"vinculo o mayorazgo" y que nombraba, para ser llamado en primer lugar al goce de ese
vínculo, a don Simón Bolívar y Palacios, niño entonces de aproximadamente año y
medio de edad, hijo de su tío don Juan Vicente Bolívar y Ponte y de doña Concepción
Palacios y Blanco (15).
Después del fallecimiento del Dr.. Jerez de Aristeguieta su familia quiso impedir,
mediante un juicio, que doña Concepción entrase en posesión del "vinculo" mencionado.
El litigio se ventiló, en gran parte, ante la Real Audiencia de Santo Domingo. Este
Tribunal, en sentencia dictada el 16 de junio de 1788, rechazó la demanda de los
Aristeguieta y mandó dar posesión de los bienes "vinculados" al niño Simón Bolívar y
Palacios.
La ceremonia requerida para la entrega de la posesión de esos bienes fue solemne y en
ella participó el propio niño, de seis años, acompañado de su abuelo, de testigos, del
escribano y de un curador especial para ese caso, que lo fue el Licenciado Miguel José
Sanz por nombramiento de la Real Audiencia, fechado 16 de julio de 1786. ¿Afectó al
niño esa ceremonia? No se sabe.
Doña Concepción, el 20 de septiembre de 1790, pidió al Rey la expedición del título de
Marqués de San Luis a su hijo Juan Vicente (16). Al no recibir respuesta envió a Madrid
a su hermano Esteban para aligerar los trámites (17). Esteban partió para España el 25
de abril de 1792. Hasta ese momento había estado en contacto permanente con su
sobrino. Lo volverá a ver en Madrid.
Fuente: SIMÓN BOLÍVAR: ENSAYO DE UNA
INTERPRETACIÓN BIOGRÁFICA A
TRAVÉS DE SUS DOCUMENTOS
Tomás Polanco Alcántara

Bolívar: El Hombre de América


Bolívar: El Hombre de América
Por: Juvenal Herrera Torres/ Historiador Colombiano
b.) Necesidad de un acuerdo sobre derecho de gentes. Porque no existiendo soberanía interna del Estado colombiano; no pudiendo imponerse sus autoridades en la integridad del territorio, y no pudiéndose develar la rebeldía que persigue el poder, las partes en conflicto tienen la obligación ética de comprometerse en aliviar, como decía el Libertador, “los horrores de la guerra”. Uno de esos compromisos urgentes es el acogimiento de las prescripciones del Derecho Internacional Humanitario (DIH) para regularizar la guerra, asegurando la protección de las víctimas del enfrentamiento, ya se trate de la población civil inerme o de los combatientes vencidos. Es que todo maltrato a la dignidad humana y con mayor razón de una persona inerme o vencida, hace del agresor un bandido, así se llame policía, soldado, paramilitar o guerrillero. Siempre en el Ejército Libertador se trató con respeto a la población inerme y se le deparó buen trato a los enemigos vencidos, razón por la cual Simón Bolívar es considerado como precursor del Derecho Internacional Humanitario.
c) La misión fundamental de las fuerzas armadas es la defensa de las fronteras patrias. Las fuerzas armadas de América Latina, en particular las de Colombia, han sido adiestradas para eliminar a un presunto “enemigo interno”. De allí la vigencia permanente de los decretos de estado de sitio en contra de los derechos fundamentales de los ciudadanos y en beneficio del capital financiero y de sus administradores.
Hay que reconstruir estas fuerzas formándolas en la concepción bolivariana original, de tal suerte que impidan el desarrollo de normas de guerra dictadas contra los propios hijos de la patria. Y para que cuando se haga urgente su presencia en los conflictos internos actúe únicamente “... empleando su espada en defensa de las garantías sociales...”, como lo expresó el Libertador en su última proclama a los colombianos.
d) La igualdad y la libertad política de los ciudadanos pilares fundamentales de la
democracia. En Colombia no existe libertad política. Y menos igualdad. La historia demuestra que todos aquellos que intentan reivindicar estos valores democráticos son violentamente aniquilados.
Colombia ha sido convertida en un cementerio de combatientes por los valores republicanos, y ¡oh ironía!, han sido asesinados en nombre de esos mismos valores y principios.
El tratamiento igual que el Libertador dio a todas las etnias, particularmente a los negros y a los indios frente a las capas poderosas de la sociedad, se constituyó en la fuente de odios y persecuciones que en su contra desataron las oligarquías locales, los seguidores de Francisco de Paula Santander y las potencias europeas y norteamericana, tal como se demuestra prolijamente en el texto de Herrera Torres.
En el ideario del Libertador la igualdad es un presupuesto de la libertad. Sin esos dos pilares, decía, no puede haber república. Sus pensamientos y teorías fundamentados en extensas lecturas, particularmente da Juan Jacobo Rousseau, enriquecidos en las vivencias con su amigo y maestro Simón Rodríguez, tenían que chocar con el utilitarismo de Jeremías Bentham y de John Stuart Mill, quienes consideraban el voto de los propietarios y de los hombres ilustrados superior al de los indios y los negros, concepción heredada por Santander y sus seguidores de ayer y de hoy.
En efecto, en materia de igualdad y libertad, las de Bolívar y Santander son escuelas diametralmente opuestas. De tal suerte, que la democracia directa como el contenido del Estado verdaderamente Popular y republicano nutrió el pensamiento de Bolívar quien encontró su complemento en la cultura milenaria de los indígenas nuestros, ajena por ejemplo, a la importada teoría de la tridivisión de poder y de la democracia representativa.
Fuente: Bolívar: El Hombre de América
Por: Juvenal Herrera Torres/ Historiador Colombiano

Manifiesto de Cartagena


Quinta de San Pedro Alejandrino

Manifiesto de Cartagena
«Las repúblicas -decían nuestros estadistas- no han menester de hombres pagados para mantener su libertad. Todos los ciudadanos serán soldados cuando nos ataque el enemigo. Grecia, Roma, Venecia, Génova, Suiza, Holanda, y recientemente Norteamérica vencieron a su contrarios sin auxilio de tropas mercenarias siempre prontas a sostener al despotismo y a subyugar a sus conciudadanos».
Con estos antipolíticos e inexactos raciocinios, fascinaban a los simples; pero no convencían a los prudentes que conocían bien la inmensa diferencia que hay entre los pueblos, los tiempos, y las costumbres de aquellas repúblicas, y las nuestras. Ellas, es verdad que no pagaban ejércitos permanentes; mas era porque en la antigüedad no los había y sólo confiaban la salvación y la gloria de los Estados, en sus virtudes políticas, costumbres severas y carácter militar, cualidades que nosotros estamos muy distantes de poseer. Y en cuanto a las modernas que han sacudido el yugo de sus tiranos es notorio que han mantenido el competente número de veteranos que exige su seguridad; exceptuando Norteamérica, que estando en paz con todo el mundo, y guarnecido por el mar no ha tenido por conveniente sostener en estos últimos años el completo de tropas veteranas que necesita para la defensa de sus fronteras y plazas.
El resultado probó severamente a Venezuela el error de su cálculo; pues los milicianos que salieron al encuentro del enemigo, ignorando hasta el manejo del arma, y no estando habituados a la disciplina y obediencia, fueron arrollados al comenzar la última campaña, a pesar de los heroicos y extraordinarios esfuerzos que hicieron sus jefes, por llevarlos a la victoria. Lo que causó un desaliento general en soldados y oficiales; porque es una verdad militar que sólo ejércitos aguerridos son capaces de sobreponerse a los primeros infaustos sucesos de una campaña. EL soldado bisoño lo cree todo perdido, desde que es derrotado una vez; porque la experiencia no le ha probado que el valor, la habilidad y la constancia corrigen la mala fortuna.
La subdivisión de la provincia de Caracas proyectada discutida y sancionada por el Congreso federal despertó y fomentó una enconada rivalidad en las ciudades, y lugares subalternos, contra la capital:&laqno;La cual -decían los congresantes ambiciosos de dominar en sus distritos- era la tiranía de las ciudades y la sanguijuela del Estado». De este modo se encendió el fuego de la guerra civil en Valencia, que nunca se logró apagar, con la reducción de aquella ciudad; pues conservándolo encubierto, lo comunicó a las otras limítrofes a Coro y Maracaibo; y éstas entablando comunicaciones con aquéllas, facilitaron, por este medio, la entrada de los españoles que trajo la caída de Venezuela.
La disipación de las rentas públicas en objetos frívolos, y perjudiciales; y particularmente en sueldos de infinidad de oficinistas, secretarios, jueces, magistrados, legisladores provinciales y federales, dio un golpe mortal a la República, porque le obligó a recurrir al peligroso expediente de establecer el papel moneda, sin otra garantía, que la fuerza y las rentas imaginarias de la Confederación. Esta nueva moneda pareció a los ojos de los más, una violación manifiesta del derecho de propiedad, porque se conceptuaban despojados de objetos de intrínseco valor, en cambio de otros cuyo precio era incierto y aun ideal. El papel moneda remató el descontento de los estólidos pueblos internos, que llamaron al Comandante de las tropas españolas, para que viniese a librarlos de una moneda que veían con más horror que la servidumbre.
Pero lo debilitó más el Gobierno de Venezuela, fue la forma federal que adoptó, siguiendo las máximas exageradas de los derechos del hombre que autorizándolo para que se rija por sí mismo rompe los pactos sociales, y constituye a las naciones en anarquía. Tal era el verdadero estado de la Confederación. Cada provincia se gobernaba independientemente; y, a ejemplo de éstas, cada ciudad pretendía iguales facultades alegando la práctica de aquéllas, y la teoría de que todos los hombres, y todos los pueblos, gozan de la prerrogativa de instituir a su antojo, el gobierno que les acomode.
El sistema federal bien que sea el más perfecto y más capaz de proporcionar la felicidad humana en sociedad es, no obstante, el más opuesto a los intereses de nuestros nacientes Estados. Generalmente hablando, todavía nuestros conciudadanos no se hallan en aptitud de ejercer por sí mismos ampliamente sus derechos; porque carecen de las virtudes políticas que caracterizan al verdadero republicano: virtudes que no se adquieren en los gobiernos absolutos, en donde se desconocen los derechos y los deberes del ciudadano.
Fuente: Simón Bolívar Manifiesto de Cartagena.pdf

PRIMERA PARTE Los Caminos del Atlántico


PRIMERA PARTE Los Caminos del Atlántico
CAPITULO PRIMERO
Las Circunstancias de un Niño
El idioma castellano, ennoblecido durante siglos por el habla de los pueblos que lo
utilizan y el talento de sus escritores, ofrece expresiones de singular belleza para
referirse a ciertos aspectos de la existencia de los seres humanos.
Una de ellas es la que significa el momento inicial de esa existencia. Lo expresa el
castellano diciendo que la madre "dio a luz". No hay locución similar en otros idiomas. El verbo "dar", con significado de entrega. La preposición "a", como indicación de destino.
El nombré "luz", sinónimo de vida, de existir.
La madre "dio a luz", es decir, entregó lo que ella había creado en sus entrañas a la
existencia, a la vida que simboliza la luz.
Doña María de la Concepción Palacios y Blanco, dama de las llamadas "principales" de
la ciudad de Caracas y esposa del Coronel don Juan Vicente Bolívar y Ponte, caballero
también de los "principales" de la ciudad, dio a luz el 24 de julio de 1783, un varón que,
al ser bautizado el 30, de ese, mismo mes y año, por su primo el Doctor Juan Félix Jerez
y Aristeguieta y según el testimonio del Bachiller Manuel Antonio Faxardo, Teniente Cura de la Iglesia Catedral de Caracas, recibió el nombre de Simón José Antonio de la
Santísima Trinidad y tuvo como padrino a su abuelo don Feliciano Palacios y Sojo (1).
Son esas las primeras circunstancias de un niño: sus padres y dónde y cuándo nació.
Por sus padres se puede conocer la familia de la cual formará parte(2). El lugar de
nacimiento permitirá enterarse de la sociedad que lo iba a recibir. La fecha, el tiempo
que le corresponderá vivir.
Caracas, donde el niño había nacido, quedó convertida desde 1777 y por disposición del
Rey don Carlos III, en la sede de la Capitanía General de Venezuela, creada con
jurisdicción sobre las provincias de Venezuela; Cumaná, Guayana, Maracaibo y las islas
de Trinidad y de Margarita. Tales provincias, por esa nueva forma de gobierno político,
fueron separadas del Virreinato de Santa Fe.
Fuente: SIMÓN BOLÍVAR: ENSAYO DE UNA
INTERPRETACIÓN BIOGRÁFICA A
TRAVÉS DE SUS DOCUMENTOS
Tomás Polanco Alcántara

SIMÓN BOLÍVAR: ENSAYO DE UNA INTERPRETACIÓN BIOGRÁFICA A TRAVÉS DE SUS DOCUMENTOS


SIMÓN BOLÍVAR: ENSAYO DE UNA
INTERPRETACIÓN BIOGRÁFICA A
TRAVÉS DE SUS DOCUMENTOS
Tomás Polanco Alcántara
Obra suministrada por Universidad de los Andes, Mérida, Venezuela
Simón Bolívar
La existencia de millares de libros y trabajos monográficos referentes a Simón Bolívar, la continua aparición, en diversos idiomas, de estudios sobre variados aspectos de su
personalidad, la edición de nuevas compilaciones de documentos bolivarianos, las
reimpresiones de las ya agotadas y la apertura de los archivos diplomáticos de varios
países americanos y europeos, ha puesto de manifiesto que el interés por conocerlo
mejor no solamente se mantiene sino que se incrementa.
Llama la atención de los observadores que, dentro de todo ese amplísimo conjunto de la
bibliografía bolivariana, el número de biografías sea muy reducido así el hecho de haber
sido escritores europeos los autores de la mayor parte de tales biografías.
Esos antecedentes animaron al escritor venezolano Tomás Polanco Alcántara a
preparar y presentar este libro, que como menciona el subtítulo, es una Interpretación
biográfica de Simón Bolívar a través de sus documentos" y en el cual el autor,
continuando la línea de sus nueve trabajos biográficos anteriores, presenta al personaje
como un ser humano, tal como se desprende de sus propios documentos y dentro de las
circunstancias de tiempo que le tocó vivir.
Quiere exhibir a Simón Bolívar ante el lector, no como el autor hubiera querido que fuese sino lo más parecido posible a lo que realmente fue, dejando a un lado las leyendas, los mitos y las fantasías que puedan alterar una visión objetiva. El lector podrá así formar su propio criterio.
Tomás Polanco Alcántara
Nació en Caracas, en 1927. Doctor en Ciencias Políticas de la Universidad Central de
Venezuela. Profesor titular (jubilado) de la Universidad Central de Venezuela y de la
Universidad Católica Andrés Bello.
Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de Venezuela ante Chile, España y Oficina
de las Naciones Unidas en Ginebra y sus organismos especializados.
Individuo de número de la Academia Nacional de la Historia y de la Academia de
Ciencias Políticas y Sociales.
Miembro correspondiente de la Real Academia de Historia de Madrid y de instituciones
académicas de Chile, España, Costa Rica, Bolivia, Guatemala, México, Puerto Rico,
Argentina y Portugal.
Ha sido condecorado en Venezuela con el Gran Cordón de la Orden de El Libertador,
Orden Francisco de Miranda, Orden Andrés Bello, Orden 27 de Junio, Orden al Mérito
en el Trabajo, Orden Diego de Lozada, Orden José María Vargas, Medalla de Honor del
Colegio de Abogados del Distrito Federal, Orden Cristóbal Mendoza de] Colegio de
Abogados del Estado Carabobo.
Le han otorgado condecoraciones en España, Chile, Bolivia, Argentina, Orden Soberana
y Militar de Malta y Colombia.
Ha publicado libros y estudios monográficos, históricos, jurídicos y literarios.
Por esos libros y estudios ha obtenido: El Premio Nacional de Historia, el Premio
Municipal de Literatura del Distrito Federal, el Premio de la Asociación de Escritores de
Venezuela, el Premio de la Sociedad Bolivariana de Venezuela, el Premio Luis Sanojo
de la Fundación Rojas Astudillo y el Premio del Círculo de Escritores de Venezuela.
Varios de los títulos de los libros publicados son: El General de Tres Soles (Biografía del
General Eleazar López Contreras); Con la pluma y con el frac (Biografía del Doctor
Caracciolo Parra Pérez); Una luz en la sombra (Biografía del Doctor José Gil Fortoul);
Juan Vicente Gómez (aproximación a una biografía); Guzmán Blanco (Una tragedia en
seis partes y un epílogo); El irreprochable optimismo de Augusto Mijares; Perspectiva
histórica de Venezuela; La historia de Caracas, El reconocimiento de Venezuela por
España, Bolívar y la justicia; El mágico encanto de los libros; La aventura de escribir, Un libro de cristal; Pensando en voz alta; Conversaciones diplomáticas; Tres ángulos del Derecho; Derecho Administrativo especial; La administración pública; La empresa
bancaria y su control; Esquema de un nuevo Derecho; Las formas jurídicas de la
Independencia; Un pentágono de luz; La huella de Pedro Emilio Coll, Conversaciones
con un joven sabio (Biografía del Doctor Caracciolo Parra León).
Fuente: SIMÓN BOLÍVAR: ENSAYO DE UNA
INTERPRETACIÓN BIOGRÁFICA A
TRAVÉS DE SUS DOCUMENTOS
Tomás Polanco Alcántara
Obra suministrada por Universidad de los Andes, Mérida, Venezuela

Cartas de amor de Manuela y Simón


Las más Hermosas cartas de Amor entre
Manuela y Simón acompañadas de los
Diarios de Quito y Paita,
así como de otros documentos
Cuartel General de Lima, a 13 de septiembre de 1823
A la señora Manuela Sáenz
Mi buena y bella Manuelita:
Profunda preocupación tiene mi corazón, a más de mi admiración por tu valentía al enfrentarte sola al anatema de la luz pública, en detrimento de tu honor y de tu posición.
Sé que lo haces por la causa de la Libertad, a más que por mí mismo, al disolver, con la intrepidez que te caracteriza, ese motín que atosigaba el orden legal establecido por la República, y encomendado al general Solom en Quito.
Tú has escandalizado a media humanidad, pero sólo por tu temperamento admirable. Tu alma es entonces la que derrota los prejuicios y las costumbres de lo absurdo; pero Manuela mía, he de rogarte: prudencia, a fin de que no se lastime tu destino excelso en la causa de la libertad de los pueblos y de la República.
Prefiero que vengas a Lima, a fin de hacerte cargo de la secretaría y de mi archivo personal, así como los demás documentos de la Campaña del Sur.
Con todo mi amor,
Simón Bolívar
Fuente: © Ministerio del Poder Popular del Despacho de la Presidencia
Las más hermosas cartas de Amor entre Manuela y Simón
Ediciones de la Presidencia de la República
Caracas - Venezuela, 2010
Depósito Legal: lf000000000000
ISBN: 0000000000000

Simón Bolívar 1819-1830


Simón Bolívar 1819-1830
El 27 de julio se celebró la entrevista secreta entre Bolívar y San Martín en Guayaquil.
Desde el Perú es llamado angustiosamente Bolívar para que dirija la guerra en un país amenazado por las intrigas internas. El Libertador avanza hacia la capital peruana, vence a las tropas de Canterac en la Batalla de Junín, el 6 de agosto de 1824; continúa íntimamente en contacto con Sucre; pero en Huancayo recibe la Ley del Congreso de Colombia, mediante la cual le prohiben continuar dirigiendo la guerra en los Departamentos del Sur, y delega sus facultades en el General Sucre. Este continúa victorioso, siempre guiado desde lejos por el Libertador, hasta que el 9 de diciembre de ese año logra la victoria de Ayacucho, mediante la cual se acaba el secular dominio de los españoles en América.
Inmediatamente vino la creación de Bolivia, gracias a la decisión de Sucre y a la autodeterminación de los propios altoperuanos. Sucre fue nombrado Presidente vitalicio de Bolivia, pero él aceptó sólo por dos años.
Enterado Bolívar de los acontecimientos de Venezuela, en los que preveía la ruina de su obra grancolombiana, se dirige a Puerto Cabello, desde donde dicta un Decreto, el 1 de enero de 1827, concediendo amnistía a todos los comprometidos en el movimiento de La Cosiata. Según ese Decreto Páez seguiría como Jefe Superior de Venezuela.
Seis meses estuvo el Libertador en Caracas. El 5 de julio de 1827 se embarca con destino a Bogotá. No volverá a Venezuela. En 1828 se reúne la Convención de Ocaña. Bolívar aprecia desde Bucaramanga que hay dos corrientes claramente establecidas: una en su favor y otra santanderista.
El 25 de septiembre de ese mismo año ocurre el atentado contra el Libertador. Manuelita Sáenz, su leal compañera, le salva una vez más la vida.
En marzo de 1830 entrega el Poder a Domingo Caicedo, como Presidente del Consejo de Gobierno. Y en abril, cuando se instala el llamado Congreso Admirable, renuncia el Libertador a la Presidencia de la República. Inmediatamente sale de Bogotá hacia Cartagena.
Pero el Libertador tiene su salud ya minada por la tuberculosis. El 1ero. de diciembre llega a Santa Marta en busca de mejores aires. Allí acepta el ofrecimiento del español don Joaquín de Mier, para que pase a recuperarse en su quinta "San Pedro Alejandrino". El médico Alejandro Próspero Reverend, que le atiende, es el primero en darse cuenta de que el enfermo no mejorará. Que sus días están contados.
El 10 de diciembre Bolívar dicta su testamento. De los millones de pesos que tenía antes de comenzar la guerra de la independencia ya no le queda nada. Enseguida recibe los Santos Sacramentos y dicta su última Proclama, que concluye con estas palabras: "¡Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad de la Patria. Si mi muerte contribuye a que cesen los partidos y se consolide la Unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro".
A la una en punto de la tarde del 17 de diciembre de 1830 deja de existir el Libertador de seis naciones. Muy pocas personas le acompañan en el momento de exhalar el último suspiro. Para amortajarlo tuvo que valerse el médico Reverend de una camisa del General José Laureano Silva, porque las de Bolívar estaban rotas. Así murió el que todo lo dio por la libertad de su patria. Hoy los pueblos no olvidan su mensaje y las nuevas generaciones son las responsables de mantener siempre en vigencia el pensamiento y la doctrina del Libertador Simón Bolívar.

Páez hace que su ejército reconozca la autoridad del Libertador


Páez hace que su ejército reconozca la autoridad del Libertador.El 15 de febrero de 1819 instala su famoso Congreso de Angostura, ante el cual pronunció su más brillante discurso. En él renuncia al mando supremo, propone un gobierno republicano, en el que se reconozca la soberanía del pueblo, que haya libertad civil y libertad de los esclavos; que además de los Poderes Ejecutivo y Judicial, haya también un Poder Moral que sea la base de la moralidad y la educación. Sostiene Bolívar que "moral y luces son nuestras primeras necesidades".
Con los soldados de la Legión Británica que habían venido dispuestos a colaborar con nuestras luchas, Bolívar se dirige hacia los Llanos. Desde la aldea de Setenta, cerca de Mantecal, Bolívar inicia la invasión del territorio neogranadino, en mayo de 1819.
La travesía fue penosísima. Para evitar el encuentro con los españoles, Bolívar ordena cruzar el Páramo de Pisba. El 7 de agosto el ejército patriota se cubre de gloria con la Batalla de Boyacá. Los realistas abandonan Bogotá. Era un hecho la libertad de la Nueva Granada. Bolívar regresa inmediatamente a Angostura. El 17 de diciembre crea la República de Colombia, con tres Departamentos: Venezuela, Cundinamarca y Quito.
En 1820 se firma un Armisticio y el Tratado de Regularización de la Guerra, propuesto por Bolívar, y se llega al acuerdo de suspender las acciones. Aprovechando el Armisticio, Bolívar encarga al General Antonio José de Sucre la campaña del Sur de América. Esta se inicia con la posesión de Guayaquil, continúa con las batallas de Bomboná y Pichincha, que dan libertad al Ecuador y, finalmente, con la estupenda victoria de Ayacucho que liberta al Perú y favorece la creación de Bolivia.
Roto el Armisticio, la guerra lleva directamente a la batalla de Carabobo, el 24 de junio de 1821, con lo que se aseguró la independencia de Venezuela.
En la seguridad de que con la derrota de Carabobo los realistas no se iban a reorganizar en Venezuela, Bolívar decidió irse al Sur a dirigir personalmente la Campaña iniciada por Sucre. Rumbo al sur, Bolívar gana la batalla de Bomboná. El 24 de mayo de 1822 Sucre vence en Pichincha y liberta a Quito. Aquí conoció Bolívar a Manuelita Sáenz, de quien se enamoraría fervientemente.

Cartas de amor de Manuela y Simón


Quito, a diciembre 30 de 1822
A.S.E. El Libertador Simón Bolívar Señor mío:
Yo agradezco a usted por el interés que toma sobre mi persona, porque usted bien sabe de mi presencia en cuerpo y alma a su lado.
Sobre lo que me dice usted en su carta del 25 del presente, me hace sentir la soledad que acompaña lo que es ahora la distancia.
Considéreme, usted su amor loco y desesperado por unirme hasta la gloria de su ser; supongo que se halla usted en igual condición como lo está la más fiel de sus amigas, que es: Manuela Saenz.
Fuente.Las más Hermosas cartas de Amor entre
Manuela y Simón
acompañadas de los Diarios de Quito y Paita,
© Ministerio del Poder Popular del Despacho de la Presidencia
Las más hermosas cartas de Amor entre Manuela y Simón
Ediciones de la Presidencia de la República
Caracas - Venezuela, 2010
Depósito Legal: lf000000000000
ISBN: 0000000000000

Esta Junta nombra a Bolívar coronel y lo designa embajador en Londres


Esta Junta nombra a Bolívar coronel y lo designa embajador en Londres, para que trate de obtener reconocimiento y ayuda por parte de Gran Bretaña. Al regresar a Caracas, ha convencido al precursor Francisco de Miranda para que retorne a Venezuela y se incorpore a la lucha por la independencia.
Transcurrió el tiempo. El 3 de julio de 1811, ante la demora del Congreso, Bolívar expone la necesidad de que se declare cuanto antes la independencia absoluta. Critica que el Congreso pretenda discutir este proyecto en calma y exclama: "Trescientos años de calma, ¿no bastan? La Junta patriótica respeta, como debe, al Congreso de la Nación, pero el Congreso debe oír a la Junta Patriótica, centro de luces y de todos los intereses revolucionarios. Pongamos sin temor la piedra fundamental de la libertad suramericana: vacilar es perdernos."
Así, dos días después, el 5 de julio de 1811, se declara solemnemente la Independencia de Venezuela.
La reacción de los realistas no se hizo esperar. El marqués del Toro, primero y después Miranda, se encargan de conducir el ejército patriota. A la larga, por razones varias, Miranda también fracasa y se pierde la Primera República, con la capitulación de 1812, que Monteverde no cumplió.
Bolívar logra pasaporte para Curazao, su primer destierro. En octubre de ese mismo año de 1812 viajó a Cartagena, donde dirigió a los ciudadanos granadinos el famoso Manifiesto de Cartagena, en el que invitaba a redimir a los venezolanos de los padecimientos que sufrían.
Al nombrársele Comandante del pueblo de Barrancas, a orillas del Magdalena, inicia una gloriosa campaña a través de los territorios realistas y en menos de dos meses acaba con el poderío español en toda la zona del Magdalena hasta llegar a Cúcuta. Crecido ya en la acción libertadora, Bolívar llega al pueblo fronterizo de San Antonio del Táchira el primero de marzo de 1813.
Acompañado de oficiales de la talla de Rafael Urdaneta, José Félix Ribas, Ricaurte, Girardot, D'Elhuyar, entre otros, Bolívar emprende la campaña de liberación del territorio nacional, estaba empezando lo que se llamó La Campaña Admirable, que después de recorrer victoriosamente los pueblos a su paso, entró triunfalmente en Caracas, el 6 de agosto de 1813. En Mérida había sido aclamado por primera vez como Libertador. En Trujillo dictó la polémica Proclama de Guerra a Muerte, el 15 de junio de 1813.
Ya en Caracas, se le ratificó el título de Libertador y se le dio el grado de Capitán General de los Ejércitos de Venezuela, para enfrentarse, a partir de 1814, con los terribles Boves y Yáñez.
Entre triunfos importantes como La Victoria, San Mateo y Carabobo, y reveses tan nefastos como las batallas de La Puerta, los patriotas se ven acorralados por Boves y Bolívar decide la Emigración a Oriente. En la batalla de Urica muere Boves, pero también se pierde la patria.
Bolívar, nuevamente en la Nueva Granada, recibe el apoyo de las autoridades patriotas. Se le asciende entonces a General de División y se le confía la pacificación de Cundinamarca.
En mayo de 1815 llega a Jamaica, donde escribe su famosa Carta Profética en la que parece adivinar el porvenir de toda la América. Luego se dirige a Haití. Allí, junto con varios patriotas venezolanos, planifica la llamada expedición de Los Cayos, con la ayuda del gobernante de la Isla, Alejandro Petión. Fracasa en su primer intento, pero vuelve a Haití y organiza una segunda expedición. El 28 de diciembre de 1816 desembarca en Juan Griego, de allí pasa a Barcelona, donde hay combates sangrientos, favorables al Libertador.

sin fecha General Simón Bolívar Muy señor mío

 /sin fecha General Simón Bolívar Muy señor mío: Mi genio, mi Simón, amor mío, amor intenso y despiadado. Sólo por la gracia de encontrarnos...