Simón Bolívar,
brigadier de la unión, y general en jefe del ejército libertador de
Venezuela
A los Venezolanos:
No obstante de que me halla íntimamente
convencido de que los ciudadanos y demás habitantes de los Estados de Venezuela
lo estarán igualmente de que mientras no alejemos de nuestro suelo hasta más
allá del Océano a nuestros opresores enemigos que lo ocupan como errantes y
criminales aventureros, fascinando y preocupando la sinceridad y candor de los
campesinos incautos para formar con sus pechos el baluarte de su iniquidad y
hacernos con ellos mismos la guerra más atroz como hasta aquí, no podremos
formar un Gobierno estable y permanente, consolidar nuestra independencia, ni
cantar la victoria, pues en tanto nuestras armas vencedoras es indispensable
subsistan en continua agitación hasta lograr por entero el triunfo tan deseado;
quiero recordároslo con la sinceridad que me es característica, añadiéndoos,
que si todos, todos no contribuís eficazmente a tan sagrados fines, cada cual
con lo que permitan sus facultades y circunstancias, nuestra lucha puede
dilatarse, aunque jamás entorpecerse ni anonadarse; pues, tengo jurado, y mis
heroicas tropas, morir antes que sucumbir por un solo instante a la tiranía
española; pero como esto solo no basta para sostener el propósito, pues sin
auxilios y socorros oportunos nada podrá hacerse, espero que mis conciudadanos
franca y generosamente se prestarán gustosos a proporcionarlos, ya por ser uno
de sus imprescindibles deberes, ya por no degradarse del alto rango a que la Providencia los ha
elevado; y ya por imitar el asombroso ejemplo que la. Nueva Granada y todos los
pueblos del tránsito a esta capital han dado en nuestras tropas vencedoras, a
las cuales nada las ha faltado para su subsistencia y lucha. Por lo que, y
siendo tanto mayor el interés de los caraqueños estimulado de un honor
incuestionable el más acrisolado, espero que calificándolo más y más en las
presentes circunstancias, lisonjearán mis clamores de un modo que deje
satisfecha para siempre su opinión pública.
Ya se han dejado ver los rasgos del
patriotismo bien cimentado de los heroicos corazones de muchos ciudadanos unos
que en persona se me han presentado a hacer demostraciones efectivas; pero de
tal calidad que me han edificado y entusiasmando en términos que estoy
persuadido que ni la España
entera, que desplegase contra vosotros, serie. bastante a arrollarnos.
Confieso, sin embargo, que no todos podrán hacer a su patria presentes tan
lisonjeros, y que sobrando a muchos el deseo les sobrecogerá la pequeñez del
exhibo. Conozco muy bien este grave inconveniente, y conozco también que aunque
otros no lo tengan lo dificultará