Discursos y proclamas A los habitantes de Nueva Granada

                                                                        

  Discursos y proclamas
A los habitantes de Nueva Granada

30 de junio de 1819
Simón Bolívar, presidente de la república, capitán general de los ejércitos de Venezuela y de Nueva Granada
A los habitantes de Nueva Granada.
Granadinos:
Un ejército de Venezuela, reunido a los bravos de Casanare a las órdenes del general Santander, marcha a libertaros. Los gemidos que os ha arrancado la tiranía española han herido los oídos de vuestros hermanos de Venezuela, que después de haber sacudido el yugo de nuestros comunes opresores, han pensado en haceros participar de su libertad. De más remotos climas una Legión Británica ha dejado la patria de la gloria por adquirirse el renombre de salvadores de la América. En vuestro seno, granadinos, tenéis ya este ejército de amigos y bienhechores, y el Dios que protege siempre la humanidad afligida, concederá el triunfo a sus armas redentoras.
Granadinos: vosotros en los años pasados sucumbisteis bajo el poder de aquellos aguerridos tiranos que os envió Fernando VII, con el feroz Morillo. Este mismo formidable ejército, destruido por nuestros triunfos, yace en Venezuela; vosotros solos sostenéis la crueldad de vuestros tiranos; pero vosotros sois granadinos, sois patriotas, sois justos; vosotros volveréis pues contra los españoles esas armas de maldición que os habían confiado para que fuéseis vuestros propios verdugos.
Granadinos: el ejército libertador está convencido de vuestros sentimientos liberales: sabe que vosotros habéis sido más bien las víctimas que los instrumentos de los tiranos. No temáis pues nada de los que vienen a derramar su sangre por constituiros en una nación libre e independiente. Los granadinos son inocentes a los ojos del ejército libertador, del Congreso y del Presidente de la República. Para nosotros no habrá más culpables que los tiranos españoles, y ni aun éstos perecerán sino es en el campo de batalla.
Paya, 30 de junio de 1819: 9°

BOLÍVAR.


Discursos y proclamas A los ilustres hijos del Cauca

Discursos y proclamas
A los ilustres hijos del Cauca

7 de noviembre de 1819
Simón Bolívar, presidente de la república, general en jefe de sus ejércitos
A los ilustres hijos del Cauca.
Las armas de la libertad, que han redimido las más florecientes provincias de Colombia, han dado a vuestro valor el impulso que deseabais. Vuestras manos han roto sus cadenas: vuestros grillos han pasado a los pies de vuestros enemigos. Siempre seréis libres porque queréis serlo. El pueblo que combate, al fin triunfa.
Al llegar nuestros soldados a vuestros floridos valles, se han encontrado con el día de la libertad. La República, pues, os debe vuestro beneficio, y yo os debo la justicia de titularos los Beneméritos de la Nueva Granada. Yo iré a visitar los hogares preferidos de la patria. Os hablo del Cauca.
Los antiguos hijos del Sol, los bravos quiteños, nos esperan con ansia mortal. Yo marcharé hacia aquellas regiones favorecidas del cielo. Volando pasaré el Ecuador, y bien pronto saludaré a los libertadores del Perú.
Cuartel General en Pamplona, 7 de noviembre de 1819. 9°.
BOLÍVAR.
El borrador, autógrafo del Libertador, existente en su Archivo; tomo XXXIII, dice así:
Ilustres hijos del Cauca:
Las armas de la libertad que han redimido las más florecientes Provincias de Colombia han dado a vuestro valor el impulso que deseabais. Vuestras manos han roto sus cadenas: habéis pasado vuestros grillos a los pies de vuestros enemigos. Siempre seréis libres ya que queréis serlo; porque el pueblo que combato con fe, por fin triunfa.
Al llegar nuestros soldados a vuestros floridos valles se han encontrado con el día de libertad. A vosotros debe pues la República vuestro beneficio; y yo os debo la justicia de titularos los beneméritos de la Nueva Granada. Yo iré a visitar loa hogares preferidos de la patria, os hablo de Cauca.

Loe antiguos hijos del Sol los bravos Quiteños nos esperan con ansia mortal. Yo marcharé hacia aquellas regiones favorecidas del cielo, volando pasaré el Ecuador y bien pronto saludaré los libertadores del Perú.

Discursos y proclamas A los pueblos de Venezuela! 24 de octubre de 1818

Discursos y proclamas
A los pueblos de Venezuela!

24 de octubre de 1818
Simón Bolívar, jefe supremo de la república de Venezuela, capitán general de sus ejércitos y de los de la Nueva Granada
A los pueblos de Venezuela!
Venezolanos!
El Congreso de Venezuela debe fijar la suerte de la República combatida y errante tantos años. Nuestras heridas van a curarse al abrigo de una representación legítima.
No es por una vana ostentación, ni por hacer mi apología que os hablo de mí: yo os he servido, y os debo cuenta de mi conducta.
Cuando las convulsiones de la naturaleza sepultaron al pueblo de Venezuela en el más profundo abatimiento. el general Monteverde hizo entrar en la nada nuestra naciente República. Yo que más temía la tiranía que la muerte, abandoné las playas de Venezuela, y fui a buscar la guerra que se hacia a los tiranos en la Nueva Granada, como el único alivio a los dolores de mi corazón. El Cielo oyó mis votos y gemidos, y el Gobierno de Cartagena puso a mis órdenes cuatrocientos soldados que en pocos días libertaron el Magdalena y la mayor parte de la provincia de Santa Marta. En seguida marché a Cúcuta, y allí la victoria se decidió por nuestras armas. Venezuela me vio parecer en su territorio coronado con los favores de la fortuna.
El Congreso de la Nueva Granada me concedió el permiso de rescatar a mi patria. Muy pronto tuve la dicha de restablecer las autoridades constituidas, en la primera época de la República, en las provincias de Mérída, Trujillo y Barinas. La capital. de Caracas recibió en `su seno a los bravos granadinos; pero Puerto Cabello cubierto por sus muros, llamó luego mi atención por su resistencia y apenas me lió tiempo para tomar medidas que salvasen del desorden el dilatado país que habíamos arrancado a los tiranos de España.
La expedición de Salomón hizo concebir a los realistas nuevas esperanzas, y aunque batido en Bárbula y las Trincheras, infundió tal aliento a nuestros enemigos, que casi simultáneamente se sublevaron los Llanos y el Occidente de Venezuela. Las batallas de Mosquitero y de Araure nos volvieron el Occidente y los Llanos. Entonces volé desde el campo de batalla a la capital, hice renuncia del poder supremo, y di cuenta al pueblo el 2 de enero de 1814, de los sucesos de la campaña y de mi administración militar y civil. El pueblo en masa sólo respondió con una voz unánime de aprobación, confiriéndome nuevamente el poder dictatorial que ya ejercía. Nuevos reveses me llamaron a la campaña; y después de la lucha más sangrienta, volví del campo de Carabobo a convocar los representantes del pueblo que constituyesen el Gobierno de la República.
El desastre de la Puerta sepultó en el caos nuestra afligida patria, y nada pudo entonces parar los rayos que la cólera del Cielo fulminaba contra ella.
Yo marché a la Nueva Granada: dí cuenta al Congreso granadino del éxito de mi comisión: premió mis servicios, aunque infructuosos, confiándome un nuevo ejército de granadinos y venezolanos. Cartagena fué el sepulcro de este ejército que debía dar la vida a Venezuela. Yo lo abandoné todo por la salud de la patria: voluntariamente adopté un destierro que pudo ser saludable a la Nueva Granada, como también a Venezuela. La Providencia ya había decretado la ruina de estas desgraciadas regiones, y les mandó a Morillo con un ejército exterminador.
Yo busqué asilo en una isla extranjera y fui a Jamaica solo, sin recursos y casi sin esperanzas. Perdida Venezuela y la Nueva Granada, todavía me atreví a pensar en expulsar a sus tiranos. La isla de Haití me recibió con hospitalidad: el magnánimo presidente Petión me prestó  su protección; y bajo sus auspicios formé una expedición de trescientos hombres, comparables en valor, patriotismo y virtud, a los compañeros de Leonidas. Casi todos han muerto ya; pero el ejército exterminador también ha muerto. Trescientos patriotas vinieron a destruir diez mil tiranos, y lo han conseguido.
Al llegar a Margarita una asamblea general me nombró Jefe Supremo de la nación: mi ánimo fué convocar allí el Congreso; pocos meses después lo convoqué en efecto: los sucesos de la guerra no permitieron, sin embargo, este anhelado acto de la voluntad nacional.
Libre Guayana, y libre la mayor parte de Venezuela, nada nos impide ahora devolver al pueblo sus derechos soberanos.
Venezolanos! Nuestras armas han destruido los obstáculos que oponía la tiranía a nuestra, emancipación. Y yo, a nombre del ejército libertador, os pongo en posesión del goce de vuestros imprescriptibles derechos. Nuestros soldados han combatido por salvar a sus hermanos, esposas, padres e hijos; mas no han combatido por sujetarlos. El ejército de Venezuela sólo os impone la condición de que conservéis intacto el depósito sagrado de la libertad; yo os impongo otra no menos justa y necesaria al cumplimiento de esta preciosa condición: elegid por magistrados a los más virtuosos de vuestros conciudadanos y olvidad, si podéis, en vuestras elecciones, a los que os han libertado. Por mi parte yo renuncio para siempre la autoridad que me habéis conferido, y no admitiré jamás ninguna que no sea la simple militar, mientras dure la infausta guerra de Venezuela. El primer día de paz, será el último de mi mando.
Venezolanos! No echéis la vista sobre los sucesos pasados, sino para horrorizares de los escollos que os han destrozado: apartad vuestros ojos de los monumentos dolorosos que os recuerdan vuestras crueles pérdidas: pensad sólo en lo que vais a hacer; y penetraos bien de que sois todos venezolanos, hijos de una misma Patria, miembros de una misma sociedad, y ciudadanos de una misma República. El clamor de Venezuela es libertad y paz: nuestras armas conquistarán la paz. y vuestra sabiduría nos dará la libertad.
Cuartel General de Angostura, a 22 de octubre de 1818. - 8°
SIMÓN BOLÍVAR.

Correo del Orinoco, número 14, 24 de octubre de 1818.

Discursos y proclamas A los soldados del ejército Libertador 24 de agosto de 1819

Discursos y proclamas
A los soldados del ejército Libertador

24 de agosto de 1819
Simón Bolívar, presidente de la república, capitán general de los ejércitos de Venezuela y de Nueva Granada
A los soldados del ejército Libertador.
¡Soldados!
Desde los mares que inunda el Orinoco hasta los Andes fuentes del Magdalena, habéis arrancado catorce provincias a legiones de tiranos enviados de Europa, a legiones de bandidos que infestaban la América. Ya estas legiones destruidas por vuestras armas preceden al carro de vuestras victorias.
!Soldados! Vosotros no erais doscientos cuando empezasteis esta asombrosa campaña; ahora que sois muchos millares la América entera es teatro demasiado pequeño para vuestro valor. Si, Soldados, por el Norte, y Sur de esta mitad del Mundo derramaréis la libertad. Bien pronto la capital de Venezuela os recibirá por la tercera vez y su tirano. ni aún se atreverá a esperarnos. Y el opulento Perú será cubierto a la vez, por las banderas venezolanas, granadinas, argentinas y chilenas. Lima quizás abrigará en su seno a cuantos Liberadores son el honor del Mundo Moderno.
¡Soldados! Millares de combates gloriosos os dan derecho para esperar otros millares de triunfos llevando en vuestros estandartes por divisa Boyacá.
Cuartel General de Santa Fe, a 24 de agosto de 1819.

BOLÍVAR

Discursos y proclamas Bando de la victoria 13 de marzo de 1818

Discursos y proclamas
Bando de la victoria

13 de marzo de 1818
Simón Bolívar, jefe supremo de la república de Venezuela, capitán general de sus ejércitos y de los de la Nueva Granada
Debiendo cooperar igualmente a la libertad de los pueblos que gimen aun en la opresión, todos los que han entrado bajo la protección de las armas de la República, ordeno y mando lo siguiente:
1°-Todos los hombres útiles para tomar las armas deberán presentarse en el término de tres días al Comandante militar del pueblo de su domicilio o al teniente justicia mayor en defecto de aquél para ser alistados.
2°-Estando extinguida la esclavitud en Venezuela y declarados libres todos los que eran esclavos en el sistema español estarán obligados a presentarse también éstos como los demás hombres libres.
3°-El que pasado el término que se señala no se hubiere presentado será tenido y tratado como traidor y castigado como tal.
Publíquese y fíjese para que llegue a noticia de todos.

La Victoria, 13 de marzo de 1818. -8° .

Discursos y proclamas Bando de Villa de Cura 11 de marzo de 1818

Discursos y proclamas
Bando de Villa de Cura

11 de marzo de 1818
Simón Bolívar, jefe supremo de la república de Venezuela, capitán general de sus ejércitos y de los de la Nueva Granada
A los habitantes de los Valles de Aragua.
Libre vuestro territorio de enemigos es vuestro primer deber reuniros al Gobierno de la República que, como siempre os tratará como sus hijos predilectos. Vuestra libertad, vuestras vidas y vuestros bienes están en perfecta seguridad.
Artículo 1°-Todos los habitantes hábiles para tomar las armas se reunirán en los pueblos de su jurisdicción trayendo consigo sus armas y sus bestias o presentando las que tengan para el servicio de la República.
Articulo 2°-Abolida la esclavitud en Venezuela todos los hombres que antes eran esclavos se presentarán al servicio para defender su libertad.
Articulo 3°-Los qué sepan donde existan bienes de enemigos los denunciarán para su captura.
Articulo 4°-Los comandantes y Justicias de los pueblos y villas reunirán todos los vecinos y formarán de ellos cuerpos cívicos de infantería y de caballería para la defensa de sus propios- hogares.
Artículo 5°-Todas las fraguas serán empleadas en construir lanzas y los armeros en componer las armas para el servicio de los mismos cuerpos cívicos.
Artículo 6°-Los comandantes de los pueblos pondrán la mayor vigilancia en conservar el orden en ellos y hacer cumplir exactamente todos los artículos de este bando.
Publíquese y fíjese. Villa de Cura, 11 de marzo de 1818. -8°

BOLÍVAR

Discursos y proclamas Declaración de la república de Venezuela 9 de mayo de 1823

Discursos y proclamas
Declaración de la república de Venezuela

9 de mayo de 1823
Simón Bolívar, jefe supremo de la república de Venezuela
Considerando que cuando el gobierno español solicita la mediación de las altas potencias para restablecer su autoridad, a titulo de reconciliación sobre los pueblos libres e independientes de América, conviene declarar a la faz del mundo los sentimientos y decisión de Venezuela:
Que aunque estos sentimientos y esta decisión se han manifestado en la República desde el 5 de julio de 1811, y más particularmente desde los primeros anuncios de la solicitud del gabinete de Madrid, es del deber del gobierno en quien reside la representación nacional, reiterarlos y declararlos legal y solemnemente:
Que esta declaración franca y sincera, no sólo es debida a las altas potencias, en testimonio de consideración y respeto, sino indispensable para calmar los ánimos de los ciudadanos de Venezuela:
Reunidos en junta nacional el consejo de estado, la alta corte de justicia, el gobernador, vicario general de este obispado sede vacante, el estado mayor general, y todas las autoridades civiles y militares, después de haber examinado detenidamente la conducta del gobierno español, hemos tenido presente:
1°-Que la idea de una reconciliación cordial, jamás ha entrado en las miras del gobierno español.
2°-Que habiéndosela propuesto la Gran Bretaña por dos veces desde los primeros días de las desavenencias, la ha desechado con desprecio de todos.
3°-Que al mismo tiempo que se trataba de reconciliación, ella bloqueaba nuestros puertos, mandaba ejércitos contra nosotros y tramaba conspiraciones para destruirnos.
4°-Que habiéndose sometido Venezuela bajo una capitulación solemne; apenas ésta depuso sus armas, cuando ella la violó en todas sus partes, sacrificando millares de ciudadanos, cuyos derechos había jurado respetar.
5°-Que haciéndonos una guerra de exterminio sin respetar el sexo, la edad, ni la condición, ha roto los vínculos sociales, y ha excitado un odio justo e implacable.
6°-Que este odio se ha exaltado por las atrocidades que ha cometido, y por la mala fe con que nos mira bajo de todos aspectos.
7°-Que toda la América, y muy particularmente Venezuela, está íntimamente convencida de la imposibilidad absoluta en que se halla la España de restablecer de ningún modo su autoridad en este continente.
8°-Que toda la América está ya satisfecha de sus fuerzas y de sus recursos: conoce sus ventajas naturales y medios de defensa, y está segura de que no hay sobre la tierra poder bastante para ligarla otra vez a la España.
9º-Que cuando lo hubiese, está resuelta a perecer primero que someterse de nuevo a un gobierno de sangre, de fuego y de exterminio.
10º-Que hallándonos en posesión de la libertad e independencia que la naturaleza nos había concedido, y que las leyes mismas de España, y los ejemplos de su historia, nos autorizaban a recobrar por las armas, como efectivamente lo hemos ejecutado, seria un acto de demencia y estolidez someternos bajo cualesquiera condiciones que sean al gobierno español.
Por todas estas consideraciones, el gobierno de Venezuela, intérprete de la intención y de la voluntad nacional, ha tenido a bien pronunciar a la faz del mundo la siguiente declaración:
1°-Que la república de Venezuela por derecho divino y humano, está emancipada de la nación española, y constituida en un estado independiente, libre y soberano.
2º-Que la España no tiene justicia para reclamar su dominación, ni la Europa derecho para intentar someterla al gobierno español.
3°-Que no ha solicitado, ni solicitará jamás, su incorporación a la nación española.
4°-Que no ha solicitado la mediación de las altas potencias para reconciliarse con la España.
5°-Que no tratará jamás con la España sino de igual a igual, en paz y en guerra, como lo hacen recíprocamente todas las naciones.
6°-Que únicamente desea la mediación de las potencias extranjeras, para que interpongan sus buenos oficios en favor de la humanidad, invitando a la España a ejecutar y concluir un tratado de paz y amistad con la nación venezolana, reconociéndola y tratándola como una nación libre, independiente y soberana.
7°-Últimamente declara la república de Venezuela que desde el 19 de abril de 1810, está combatiendo por sus derechos: que ha derramado la mayor parte de la sangre de sus hijos: que ha sacrificado todos sus bienes, todos sus goces y cuanto es caro y sagrado entre los hombres por recobrar sus derechos soberanos y que por mantener ilesos, como la divina providencia se los ha concedido, está resuelto el pueblo de Venezuela a sepultarse todo entero en medio de sus ruinas, si la España, la Europa y el mundo se empeñan en encorvarla bajo el yugo español.
Dado, y firmado de mi mano, sellado con el sello provisional de la república, y refrendado por el secretario de estado en el palacio de gobierno en Angostura a 20 de noviembre de 1818, año octavo de la independencia.
SIMÓN BOLÍVAR.
por S. E. el Jefe Supremo,
El Secretario de Estado, Pedro Briceño Méndez.

Reproducida en la Gaceta de Colombia número 134, del 9 de mayo de 1823.

sin fecha General Simón Bolívar Muy señor mío

 /sin fecha General Simón Bolívar Muy señor mío: Mi genio, mi Simón, amor mío, amor intenso y despiadado. Sólo por la gracia de encontrarnos...