Discursos y proclamas Habitantes de los Llanos 17 de febrero de 1818

Discursos y proclamas
Habitantes de los Llanos

17 de febrero de 1818
Simón Bolívar, jefe supremo de la república de Venezuela, capitán general de sus ejércitos y de los de la Nueva Granada
Habitantes de los Llanos.
Todo vuestro territorio está libre de tiranos. Desde el centro de la Nueva Granada hasta Maturín y Bocas del Orinoco, las armas republicanas han triunfado gloriosamente de los Españoles. Los ejércitos de Boves y Morillo, que eran demasiado numerosos, han quedado tendidos en los campos que hemos consagrado a la Libertad. Las ciudades de Calabozo y San Fernando han entrado bajo la protección de la República, y los restos del ejército de Morillo batido en los días 12 y 16, fugitivos escapan a refugiarse en los muros de Puerto Cabello, pero en vano, porque de allí serán arrojados a los mares. Un ejército de hombres libres, valerosos, y vencedores, no puede encontrar resistencia: la victoria marcha delante de vosotros, y Venezuela verá rendirse o perecer a sus crueles conquistadores.
Llaneros! Vosotros sois invencibles: vuestros caballos, vuestras lanzas, y vuestros desiertos os libran de la tiranía. Vosotros seréis independientes a despecho del imperio español.
El Gobierno de la República os asegura vuestros derechos, vuestras propiedades, y vuestras vidas. Ponéos bajo los estandartes de Venezuela, vuestra victoriosa patria. Terminada la campaña con la toma de la capital, entraréis de nuevo al goce del reposo, de la industria, y de la felicidad de ser hombres libres, y honrados. Vuestros tiranos os privaban de estos bienes. Bendecid, pues, la Providencia que os ha procurado un Gobierno el más conforme a la dicha del género humano.
Cuartel General del Sombrero, a 17 de febrero de 1818. -8°

BOLÍVAR.

Discursos y proclamas Venezolanos! 20 de febrero de 1819

                                                                         

 Discursos y proclamas
Venezolanos!

20 de febrero de 1819
Simón Bolívar, presidente interino de la República de Venezuela, capitán. general de sus ejércitos y los de la Nueva Granada
Venezolanos!
El Congreso general de Venezuela ha reasumido el Poder Soberano que antes me habíais confiado: yo lo he devuelto al pueblo trasmitiéndolo a sus legítimos representantes.
La Soberanía Nacional me ha honrado nuevamente encargándome el Poder Ejecutivo bajo el titulo de Presidente interino de Venezuela.
Venezolanos! Yo me siento incapaz de gobernaros; así lo he presentado por muchas veces a vuestros Representantes y a pesar de mis justas renuncias he sido forzado a mandaros.
Soldados del Ejército Libertador! Mi única ambición ha sido siempre la de participar con vosotros de los peligros que arrostráis por-la República.
Ciudadanos! Una Legión Británica, protectora de nuestra Libertad,, ha llegado a Venezuela a ayudarnos a quebrantar nuestras cadenas: recibidla con la veneración que inspira el heroísmo benéfico. Abrid vuestros brazos a esos extranjeros generosos que vienen a disputarnos los títulos de Libertadores de Venezuela.
Cuartel General de Angostura, a 20 de febrero de 1819.-9°

Simón Bolívar


Discursos y proclamas A los bravos del ejército de Apure 3 de abril de 1819

Discursos y proclamas
A los bravos del ejército de Apure

3 de abril de 1819
Simón Bolívar, presidente de la república, capitán general de los ejércitos de Venezuela y de Nueva Granada
A los bravos del ejército de Apure.
Soldados! Acabáis de ejecutar la proeza más extraordinaria que puede celebrar la historia militar de las naciones. Ciento y cincuenta hombres, mejor diré, ciento y cincuenta héroes, guiados por el impertérrito General Páez, de propósito deliberado han atacado de frente a todo el ejército español de Morillo. Artillería, infantería, caballería, nada ha bastado al enemigo para defenderse de los ciento y cincuenta compañeros del intrepidisimo Páez. Las columnas de caballería han sucumbido al golpe de nuestras lanzas: la infantería ha buscado un asilo en el bosque: los fuegos de sus cañones han cesado delante de los pechos de nuestros caballos. Sólo las tinieblas habrían preservado a ese ejército de viles tiranos de una completa y absoluta destrucción.
Soldados! Lo que se ha hecho no es más que un preludio de lo que podéis hacer. Preparaos al combate y contad con la victoria que lleváis en las puntas de vuestras lanzas y de vuestras bayonetas.
Cuartel general en los Potreritos Marrereños, a 3 de abril de 1819.-9°

BOLÍVAR.

Discursos y proclamas A los habitantes de Nueva Granada

                                                                        

  Discursos y proclamas
A los habitantes de Nueva Granada

30 de junio de 1819
Simón Bolívar, presidente de la república, capitán general de los ejércitos de Venezuela y de Nueva Granada
A los habitantes de Nueva Granada.
Granadinos:
Un ejército de Venezuela, reunido a los bravos de Casanare a las órdenes del general Santander, marcha a libertaros. Los gemidos que os ha arrancado la tiranía española han herido los oídos de vuestros hermanos de Venezuela, que después de haber sacudido el yugo de nuestros comunes opresores, han pensado en haceros participar de su libertad. De más remotos climas una Legión Británica ha dejado la patria de la gloria por adquirirse el renombre de salvadores de la América. En vuestro seno, granadinos, tenéis ya este ejército de amigos y bienhechores, y el Dios que protege siempre la humanidad afligida, concederá el triunfo a sus armas redentoras.
Granadinos: vosotros en los años pasados sucumbisteis bajo el poder de aquellos aguerridos tiranos que os envió Fernando VII, con el feroz Morillo. Este mismo formidable ejército, destruido por nuestros triunfos, yace en Venezuela; vosotros solos sostenéis la crueldad de vuestros tiranos; pero vosotros sois granadinos, sois patriotas, sois justos; vosotros volveréis pues contra los españoles esas armas de maldición que os habían confiado para que fuéseis vuestros propios verdugos.
Granadinos: el ejército libertador está convencido de vuestros sentimientos liberales: sabe que vosotros habéis sido más bien las víctimas que los instrumentos de los tiranos. No temáis pues nada de los que vienen a derramar su sangre por constituiros en una nación libre e independiente. Los granadinos son inocentes a los ojos del ejército libertador, del Congreso y del Presidente de la República. Para nosotros no habrá más culpables que los tiranos españoles, y ni aun éstos perecerán sino es en el campo de batalla.
Paya, 30 de junio de 1819: 9°

BOLÍVAR.


Discursos y proclamas A los ilustres hijos del Cauca

Discursos y proclamas
A los ilustres hijos del Cauca

7 de noviembre de 1819
Simón Bolívar, presidente de la república, general en jefe de sus ejércitos
A los ilustres hijos del Cauca.
Las armas de la libertad, que han redimido las más florecientes provincias de Colombia, han dado a vuestro valor el impulso que deseabais. Vuestras manos han roto sus cadenas: vuestros grillos han pasado a los pies de vuestros enemigos. Siempre seréis libres porque queréis serlo. El pueblo que combate, al fin triunfa.
Al llegar nuestros soldados a vuestros floridos valles, se han encontrado con el día de la libertad. La República, pues, os debe vuestro beneficio, y yo os debo la justicia de titularos los Beneméritos de la Nueva Granada. Yo iré a visitar los hogares preferidos de la patria. Os hablo del Cauca.
Los antiguos hijos del Sol, los bravos quiteños, nos esperan con ansia mortal. Yo marcharé hacia aquellas regiones favorecidas del cielo. Volando pasaré el Ecuador, y bien pronto saludaré a los libertadores del Perú.
Cuartel General en Pamplona, 7 de noviembre de 1819. 9°.
BOLÍVAR.
El borrador, autógrafo del Libertador, existente en su Archivo; tomo XXXIII, dice así:
Ilustres hijos del Cauca:
Las armas de la libertad que han redimido las más florecientes Provincias de Colombia han dado a vuestro valor el impulso que deseabais. Vuestras manos han roto sus cadenas: habéis pasado vuestros grillos a los pies de vuestros enemigos. Siempre seréis libres ya que queréis serlo; porque el pueblo que combato con fe, por fin triunfa.
Al llegar nuestros soldados a vuestros floridos valles se han encontrado con el día de libertad. A vosotros debe pues la República vuestro beneficio; y yo os debo la justicia de titularos los beneméritos de la Nueva Granada. Yo iré a visitar loa hogares preferidos de la patria, os hablo de Cauca.

Loe antiguos hijos del Sol los bravos Quiteños nos esperan con ansia mortal. Yo marcharé hacia aquellas regiones favorecidas del cielo, volando pasaré el Ecuador y bien pronto saludaré los libertadores del Perú.

Discursos y proclamas A los pueblos de Venezuela! 24 de octubre de 1818

Discursos y proclamas
A los pueblos de Venezuela!

24 de octubre de 1818
Simón Bolívar, jefe supremo de la república de Venezuela, capitán general de sus ejércitos y de los de la Nueva Granada
A los pueblos de Venezuela!
Venezolanos!
El Congreso de Venezuela debe fijar la suerte de la República combatida y errante tantos años. Nuestras heridas van a curarse al abrigo de una representación legítima.
No es por una vana ostentación, ni por hacer mi apología que os hablo de mí: yo os he servido, y os debo cuenta de mi conducta.
Cuando las convulsiones de la naturaleza sepultaron al pueblo de Venezuela en el más profundo abatimiento. el general Monteverde hizo entrar en la nada nuestra naciente República. Yo que más temía la tiranía que la muerte, abandoné las playas de Venezuela, y fui a buscar la guerra que se hacia a los tiranos en la Nueva Granada, como el único alivio a los dolores de mi corazón. El Cielo oyó mis votos y gemidos, y el Gobierno de Cartagena puso a mis órdenes cuatrocientos soldados que en pocos días libertaron el Magdalena y la mayor parte de la provincia de Santa Marta. En seguida marché a Cúcuta, y allí la victoria se decidió por nuestras armas. Venezuela me vio parecer en su territorio coronado con los favores de la fortuna.
El Congreso de la Nueva Granada me concedió el permiso de rescatar a mi patria. Muy pronto tuve la dicha de restablecer las autoridades constituidas, en la primera época de la República, en las provincias de Mérída, Trujillo y Barinas. La capital. de Caracas recibió en `su seno a los bravos granadinos; pero Puerto Cabello cubierto por sus muros, llamó luego mi atención por su resistencia y apenas me lió tiempo para tomar medidas que salvasen del desorden el dilatado país que habíamos arrancado a los tiranos de España.
La expedición de Salomón hizo concebir a los realistas nuevas esperanzas, y aunque batido en Bárbula y las Trincheras, infundió tal aliento a nuestros enemigos, que casi simultáneamente se sublevaron los Llanos y el Occidente de Venezuela. Las batallas de Mosquitero y de Araure nos volvieron el Occidente y los Llanos. Entonces volé desde el campo de batalla a la capital, hice renuncia del poder supremo, y di cuenta al pueblo el 2 de enero de 1814, de los sucesos de la campaña y de mi administración militar y civil. El pueblo en masa sólo respondió con una voz unánime de aprobación, confiriéndome nuevamente el poder dictatorial que ya ejercía. Nuevos reveses me llamaron a la campaña; y después de la lucha más sangrienta, volví del campo de Carabobo a convocar los representantes del pueblo que constituyesen el Gobierno de la República.
El desastre de la Puerta sepultó en el caos nuestra afligida patria, y nada pudo entonces parar los rayos que la cólera del Cielo fulminaba contra ella.
Yo marché a la Nueva Granada: dí cuenta al Congreso granadino del éxito de mi comisión: premió mis servicios, aunque infructuosos, confiándome un nuevo ejército de granadinos y venezolanos. Cartagena fué el sepulcro de este ejército que debía dar la vida a Venezuela. Yo lo abandoné todo por la salud de la patria: voluntariamente adopté un destierro que pudo ser saludable a la Nueva Granada, como también a Venezuela. La Providencia ya había decretado la ruina de estas desgraciadas regiones, y les mandó a Morillo con un ejército exterminador.
Yo busqué asilo en una isla extranjera y fui a Jamaica solo, sin recursos y casi sin esperanzas. Perdida Venezuela y la Nueva Granada, todavía me atreví a pensar en expulsar a sus tiranos. La isla de Haití me recibió con hospitalidad: el magnánimo presidente Petión me prestó  su protección; y bajo sus auspicios formé una expedición de trescientos hombres, comparables en valor, patriotismo y virtud, a los compañeros de Leonidas. Casi todos han muerto ya; pero el ejército exterminador también ha muerto. Trescientos patriotas vinieron a destruir diez mil tiranos, y lo han conseguido.
Al llegar a Margarita una asamblea general me nombró Jefe Supremo de la nación: mi ánimo fué convocar allí el Congreso; pocos meses después lo convoqué en efecto: los sucesos de la guerra no permitieron, sin embargo, este anhelado acto de la voluntad nacional.
Libre Guayana, y libre la mayor parte de Venezuela, nada nos impide ahora devolver al pueblo sus derechos soberanos.
Venezolanos! Nuestras armas han destruido los obstáculos que oponía la tiranía a nuestra, emancipación. Y yo, a nombre del ejército libertador, os pongo en posesión del goce de vuestros imprescriptibles derechos. Nuestros soldados han combatido por salvar a sus hermanos, esposas, padres e hijos; mas no han combatido por sujetarlos. El ejército de Venezuela sólo os impone la condición de que conservéis intacto el depósito sagrado de la libertad; yo os impongo otra no menos justa y necesaria al cumplimiento de esta preciosa condición: elegid por magistrados a los más virtuosos de vuestros conciudadanos y olvidad, si podéis, en vuestras elecciones, a los que os han libertado. Por mi parte yo renuncio para siempre la autoridad que me habéis conferido, y no admitiré jamás ninguna que no sea la simple militar, mientras dure la infausta guerra de Venezuela. El primer día de paz, será el último de mi mando.
Venezolanos! No echéis la vista sobre los sucesos pasados, sino para horrorizares de los escollos que os han destrozado: apartad vuestros ojos de los monumentos dolorosos que os recuerdan vuestras crueles pérdidas: pensad sólo en lo que vais a hacer; y penetraos bien de que sois todos venezolanos, hijos de una misma Patria, miembros de una misma sociedad, y ciudadanos de una misma República. El clamor de Venezuela es libertad y paz: nuestras armas conquistarán la paz. y vuestra sabiduría nos dará la libertad.
Cuartel General de Angostura, a 22 de octubre de 1818. - 8°
SIMÓN BOLÍVAR.

Correo del Orinoco, número 14, 24 de octubre de 1818.

Discursos y proclamas A los soldados del ejército Libertador 24 de agosto de 1819

Discursos y proclamas
A los soldados del ejército Libertador

24 de agosto de 1819
Simón Bolívar, presidente de la república, capitán general de los ejércitos de Venezuela y de Nueva Granada
A los soldados del ejército Libertador.
¡Soldados!
Desde los mares que inunda el Orinoco hasta los Andes fuentes del Magdalena, habéis arrancado catorce provincias a legiones de tiranos enviados de Europa, a legiones de bandidos que infestaban la América. Ya estas legiones destruidas por vuestras armas preceden al carro de vuestras victorias.
!Soldados! Vosotros no erais doscientos cuando empezasteis esta asombrosa campaña; ahora que sois muchos millares la América entera es teatro demasiado pequeño para vuestro valor. Si, Soldados, por el Norte, y Sur de esta mitad del Mundo derramaréis la libertad. Bien pronto la capital de Venezuela os recibirá por la tercera vez y su tirano. ni aún se atreverá a esperarnos. Y el opulento Perú será cubierto a la vez, por las banderas venezolanas, granadinas, argentinas y chilenas. Lima quizás abrigará en su seno a cuantos Liberadores son el honor del Mundo Moderno.
¡Soldados! Millares de combates gloriosos os dan derecho para esperar otros millares de triunfos llevando en vuestros estandartes por divisa Boyacá.
Cuartel General de Santa Fe, a 24 de agosto de 1819.

BOLÍVAR

sin fecha General Simón Bolívar Muy señor mío

 /sin fecha General Simón Bolívar Muy señor mío: Mi genio, mi Simón, amor mío, amor intenso y despiadado. Sólo por la gracia de encontrarnos...