Cartas de amor de Manuela y Simón


Las más Hermosas cartas de Amor entre Manuela y Simón
acompañadas de los Diarios de Quito y Paita, así como de otros
documentos.
Catahuango, a febrero 12 de 1823
A Su Excelencia
General Simón Bolívar
A más de encontrarme condenada por mis parientes en Quito, la suerte al revés en mi matrimonio (siempre supe desde el principio que sería así), usted me incomoda con el comportamiento de usted, de sus sentimientos que son desprendidos de toda realidad.
¿Dice usted que me piensa, me ama, me idolatra?
¿Cree usted que este destino cruel puede ser justo? ¡No! ¡Mil veces no! ¿Quiere usted la separación por su propia determinación, o por los auspicios de lo que usted llama honor? La eternidad que nos separa sólo es la ceguera de su determinación de usted, que no lo ve más. Arránquese usted si quiere, su corazón de usted, pero el mío ¡No! Lo tengo vivo para usted, que sí lo es para mí toda mi adoración, por encima de todos los prejuicios.
Suya,
Manuela Sáenz
Fuente: © Ministerio del Poder Popular del Despacho de la Presidencia
Las más hermosas cartas de Amor entre Manuela y Simón
Ediciones de la Presidencia de la República
Caracas - Venezuela, 2010
Depósito Legal: lf000000000000
ISBN: 0000000000000

DISCURSO EN LA SOCIEDAD PATRIÓTICA (Caracas, 4 de julio de 1811)


DISCURSO EN LA SOCIEDAD PATRIÓTICA
(Caracas, 4 de julio de 1811)
Fue una corporación que tenía como objetivo original “desarrollar
la agricultura y la economía”. Pero en la realidad se convirtió en el
centro de discusión y propagación de las ideas independentistas.
Simón Bolívar, se incorporó a esta sociedad a finales de 1810, donde
llevó a discusión los problemas políticos que se estaban confrontando
para el momento. Este discurso representa su primera intervención
pública a favor de la independencia de Venezuela.
DISCURSO EN LA SOCIEDAD PATRIÓTICA
“No es que hai dos Congresos. ¿Cómo fomentarán el cisma
los que conocen mas la necesidad de la unión? Lo que queremos es
que esa unión sea efectiva y para animarnos á la gloriosa empresa de
nuestra libertad; unirnos para reposar, para dormir en los brazos de
la apatía, ayer fue una mengua, hoi es una traición. Se discute en el
Congreso nacional lo que debiera estar decidido. ¿Y qué dicen? Que
debemos comenzar por una confederación, como si todos no estuviésemos
confederados contra la tiranía extranjera. Que debemos
atender á los resultados de la política de España. ¿Qué nos importa
que España venda á Bonaparte sus esclavos ó que los conserve, si
estamos resueltos á ser libres? Esas dudas son tristes efectos de las
antiguas cadenas. ¡Que los grandes proyectos deben prepararse en
calma! Trescientos años de calma ¿no bastan?. La junta patriótica
respeta, como debe, al Congreso de la nación, pero el Congreso
debe oir á la junta patriótica, centro de luces y de todos los intereses
revolucionarios. Pongamos sin temor la piedra fundamental de la
libertad sur-americana: vacilar es perdernos.
“Que una comisión del seno de este cuerpo lleve al soberano
Congreso estos sentimientos”.
Votada y aprobada la indicada proposición, se dirigió por la
sociedad al Congreso, el discurso pronunciado en ella por el socio
Dr. Miguel Peña del cual se dió lectura en aquel cuerpo soberano
precisamente el 4, víspera del solemne dia de la República,
lo que influyó eficazmente en la Asamblea para su determinación
á declarar la independencia el día siguiente 5 de Julio. (2)
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(2) Texto Original tomado de: José Félix Blanco y Ramón Azpurua, Documentos para la Historia de la Vida pública del Libertador, Caracas, Ediciones de la Presidencia de la
República, 1978, t. III, pp. 138 – 139.
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Fuente: © Despacho del Presidente
Simón Bolívar, Ideario Político
Ediciones de la Presidencia de la República
Caracas - Venezuela, 2004
Depósito Legal: lf53320043203141
ISBN: 980-03-0342-1
Impresión: Italgráfica S.A.

Simón Bolívar 1819-1830


Simón Bolívar 1819-1830
El 27 de julio se celebró la entrevista secreta entre Bolívar y San Martín en Guayaquil.
Desde el Perú es llamado angustiosamente Bolívar para que dirija la guerra en un país amenazado por las intrigas internas. El Libertador avanza hacia la capital peruana, vence a las tropas de Canterac en la Batalla de Junín, el 6 de agosto de 1824; continúa íntimamente en contacto con Sucre; pero en Huancayo recibe la Ley del Congreso de Colombia, mediante la cual le prohiben continuar dirigiendo la guerra en los Departamentos del Sur, y delega sus facultades en el General Sucre. Este continúa victorioso, siempre guiado desde lejos por el Libertador, hasta que el 9 de diciembre de ese año logra la victoria de Ayacucho, mediante la cual se acaba el secular dominio de los españoles en América.
Inmediatamente vino la creación de Bolivia, gracias a la decisión de Sucre y a la autodeterminación de los propios altoperuanos. Sucre fue nombrado Presidente vitalicio de Bolivia, pero él aceptó sólo por dos años.
Enterado Bolívar de los acontecimientos de Venezuela, en los que preveía la ruina de su obra grancolombiana, se dirige a Puerto Cabello, desde donde dicta un Decreto, el 1 de enero de 1827, concediendo amnistía a todos los comprometidos en el movimiento de La Cosiata. Según ese Decreto Páez seguiría como Jefe Superior de Venezuela.
Seis meses estuvo el Libertador en Caracas. El 5 de julio de 1827 se embarca con destino a Bogotá. No volverá a Venezuela. En 1828 se reúne la Convención de Ocaña. Bolívar aprecia desde Bucaramanga que hay dos corrientes claramente establecidas: una en su favor y otra santanderista.
El 25 de septiembre de ese mismo año ocurre el atentado contra el Libertador. Manuelita Sáenz, su leal compañera, le salva una vez más la vida.
En marzo de 1830 entrega el Poder a Domingo Caicedo, como Presidente del Consejo de Gobierno. Y en abril, cuando se instala el llamado Congreso Admirable, renuncia el Libertador a la Presidencia de la República. Inmediatamente sale de Bogotá hacia Cartagena.
Pero el Libertador tiene su salud ya minada por la tuberculosis. El 1ero. de diciembre llega a Santa Marta en busca de mejores aires. Allí acepta el ofrecimiento del español don Joaquín de Mier, para que pase a recuperarse en su quinta "San Pedro Alejandrino". El médico Alejandro Próspero Reverend, que le atiende, es el primero en darse cuenta de que el enfermo no mejorará. Que sus días están contados.
El 10 de diciembre Bolívar dicta su testamento. De los millones de pesos que tenía antes de comenzar la guerra de la independencia ya no le queda nada. Enseguida recibe los Santos Sacramentos y dicta su última Proclama, que concluye con estas palabras: "¡Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad de la Patria. Si mi muerte contribuye a que cesen los partidos y se consolide la Unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro".
A la una en punto de la tarde del 17 de diciembre de 1830 deja de existir el Libertador de seis naciones. Muy pocas personas le acompañan en el momento de exhalar el último suspiro. Para amortajarlo tuvo que valerse el médico Reverend de una camisa del General José Laureano Silva, porque las de Bolívar estaban rotas. Así murió el que todo lo dio por la libertad de su patria. Hoy los pueblos no olvidan su mensaje y las nuevas generaciones son las responsables de mantener siempre en vigencia el pensamiento y la doctrina del Libertador Simón Bolívar.

Las más Hermosas cartas de Amor entre Manuela y Simón


Las más Hermosas cartas de Amor entre
Manuela y Simón
acompañadas de los
Diarios de Quito y Paita,
así como de otros documentos
Cuartel General Pasto, a 30 de enero de 1823
Mi adorada Manuelita:
Recibí tu apreciable que regocijó mi alma, al mismo tiempo que me hizo saltar de la cama; de lo contrario, esta hubiera sido víctima de la provocada ansiedad en mí.
Manuela bella, Manuela mía, hoy mismo dejo todo y voy, cual centella que traspasa el universo, a encontrarme con la más dulce y tierna mujercita que colma mis pasiones con el ansia infinita de gozarte aquí y ahora, sin que importen las distancias. ¿Cómo lo sientes, ah? ¿Verdad que también estoy loco por ti?…
Tú me nombras y me tienes al instante. Pues sepa usted mi amiga, que estoy en este momento cantando la música y tarareando el sonido que tú escuchas. Pienso en tus ojos, tu cabello, en el aroma de tu cuerpo y la tersura de tu piel y empaco inmediatamente, como Marco Antonio fue hacia Cleopatra. Veo tu etérea figura ante mis ojos, y escucho el murmullo que quiere escaparse de tu boca, desesperadamente, para salir a mi encuentro.
Espérame, y hazlo, ataviada con ese velo azul y transparente, igual que la ninfa que cautiva al argonauta.
Tuyo,
Simón Bolívar
Fuente: © Ministerio del Poder Popular del Despacho de la Presidencia
Las más hermosas cartas de Amor entre Manuela y Simón
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Páez hace que su ejército reconozca la autoridad del Libertador


Páez hace que su ejército reconozca la autoridad del Libertador.El 15 de febrero de 1819 instala su famoso Congreso de Angostura, ante el cual pronunció su más brillante discurso. En él renuncia al mando supremo, propone un gobierno republicano, en el que se reconozca la soberanía del pueblo, que haya libertad civil y libertad de los esclavos; que además de los Poderes Ejecutivo y Judicial, haya también un Poder Moral que sea la base de la moralidad y la educación. Sostiene Bolívar que "moral y luces son nuestras primeras necesidades".
Con los soldados de la Legión Británica que habían venido dispuestos a colaborar con nuestras luchas, Bolívar se dirige hacia los Llanos. Desde la aldea de Setenta, cerca de Mantecal, Bolívar inicia la invasión del territorio neogranadino, en mayo de 1819.
La travesía fue penosísima. Para evitar el encuentro con los españoles, Bolívar ordena cruzar el Páramo de Pisba. El 7 de agosto el ejército patriota se cubre de gloria con la Batalla de Boyacá. Los realistas abandonan Bogotá. Era un hecho la libertad de la Nueva Granada. Bolívar regresa inmediatamente a Angostura. El 17 de diciembre crea la República de Colombia, con tres Departamentos: Venezuela, Cundinamarca y Quito.
En 1820 se firma un Armisticio y el Tratado de Regularización de la Guerra, propuesto por Bolívar, y se llega al acuerdo de suspender las acciones. Aprovechando el Armisticio, Bolívar encarga al General Antonio José de Sucre la campaña del Sur de América. Esta se inicia con la posesión de Guayaquil, continúa con las batallas de Bomboná y Pichincha, que dan libertad al Ecuador y, finalmente, con la estupenda victoria de Ayacucho que liberta al Perú y favorece la creación de Bolivia.
Roto el Armisticio, la guerra lleva directamente a la batalla de Carabobo, el 24 de junio de 1821, con lo que se aseguró la independencia de Venezuela.
En la seguridad de que con la derrota de Carabobo los realistas no se iban a reorganizar en Venezuela, Bolívar decidió irse al Sur a dirigir personalmente la Campaña iniciada por Sucre. Rumbo al sur, Bolívar gana la batalla de Bomboná. El 24 de mayo de 1822 Sucre vence en Pichincha y liberta a Quito. Aquí conoció Bolívar a Manuelita Sáenz, de quien se enamoraría fervientemente.

Cartas de amor de Manuela y Simón


Quito, a diciembre 30 de 1822
A.S.E. El Libertador Simón Bolívar Señor mío:
Yo agradezco a usted por el interés que toma sobre mi persona, porque usted bien sabe de mi presencia en cuerpo y alma a su lado.
Sobre lo que me dice usted en su carta del 25 del presente, me hace sentir la soledad que acompaña lo que es ahora la distancia.
Considéreme, usted su amor loco y desesperado por unirme hasta la gloria de su ser; supongo que se halla usted en igual condición como lo está la más fiel de sus amigas, que es: Manuela Saenz.
Fuente.Las más Hermosas cartas de Amor entre
Manuela y Simón
acompañadas de los Diarios de Quito y Paita,
© Ministerio del Poder Popular del Despacho de la Presidencia
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Esta Junta nombra a Bolívar coronel y lo designa embajador en Londres


Esta Junta nombra a Bolívar coronel y lo designa embajador en Londres, para que trate de obtener reconocimiento y ayuda por parte de Gran Bretaña. Al regresar a Caracas, ha convencido al precursor Francisco de Miranda para que retorne a Venezuela y se incorpore a la lucha por la independencia.
Transcurrió el tiempo. El 3 de julio de 1811, ante la demora del Congreso, Bolívar expone la necesidad de que se declare cuanto antes la independencia absoluta. Critica que el Congreso pretenda discutir este proyecto en calma y exclama: "Trescientos años de calma, ¿no bastan? La Junta patriótica respeta, como debe, al Congreso de la Nación, pero el Congreso debe oír a la Junta Patriótica, centro de luces y de todos los intereses revolucionarios. Pongamos sin temor la piedra fundamental de la libertad suramericana: vacilar es perdernos."
Así, dos días después, el 5 de julio de 1811, se declara solemnemente la Independencia de Venezuela.
La reacción de los realistas no se hizo esperar. El marqués del Toro, primero y después Miranda, se encargan de conducir el ejército patriota. A la larga, por razones varias, Miranda también fracasa y se pierde la Primera República, con la capitulación de 1812, que Monteverde no cumplió.
Bolívar logra pasaporte para Curazao, su primer destierro. En octubre de ese mismo año de 1812 viajó a Cartagena, donde dirigió a los ciudadanos granadinos el famoso Manifiesto de Cartagena, en el que invitaba a redimir a los venezolanos de los padecimientos que sufrían.
Al nombrársele Comandante del pueblo de Barrancas, a orillas del Magdalena, inicia una gloriosa campaña a través de los territorios realistas y en menos de dos meses acaba con el poderío español en toda la zona del Magdalena hasta llegar a Cúcuta. Crecido ya en la acción libertadora, Bolívar llega al pueblo fronterizo de San Antonio del Táchira el primero de marzo de 1813.
Acompañado de oficiales de la talla de Rafael Urdaneta, José Félix Ribas, Ricaurte, Girardot, D'Elhuyar, entre otros, Bolívar emprende la campaña de liberación del territorio nacional, estaba empezando lo que se llamó La Campaña Admirable, que después de recorrer victoriosamente los pueblos a su paso, entró triunfalmente en Caracas, el 6 de agosto de 1813. En Mérida había sido aclamado por primera vez como Libertador. En Trujillo dictó la polémica Proclama de Guerra a Muerte, el 15 de junio de 1813.
Ya en Caracas, se le ratificó el título de Libertador y se le dio el grado de Capitán General de los Ejércitos de Venezuela, para enfrentarse, a partir de 1814, con los terribles Boves y Yáñez.
Entre triunfos importantes como La Victoria, San Mateo y Carabobo, y reveses tan nefastos como las batallas de La Puerta, los patriotas se ven acorralados por Boves y Bolívar decide la Emigración a Oriente. En la batalla de Urica muere Boves, pero también se pierde la patria.
Bolívar, nuevamente en la Nueva Granada, recibe el apoyo de las autoridades patriotas. Se le asciende entonces a General de División y se le confía la pacificación de Cundinamarca.
En mayo de 1815 llega a Jamaica, donde escribe su famosa Carta Profética en la que parece adivinar el porvenir de toda la América. Luego se dirige a Haití. Allí, junto con varios patriotas venezolanos, planifica la llamada expedición de Los Cayos, con la ayuda del gobernante de la Isla, Alejandro Petión. Fracasa en su primer intento, pero vuelve a Haití y organiza una segunda expedición. El 28 de diciembre de 1816 desembarca en Juan Griego, de allí pasa a Barcelona, donde hay combates sangrientos, favorables al Libertador.

sin fecha General Simón Bolívar Muy señor mío

 /sin fecha General Simón Bolívar Muy señor mío: Mi genio, mi Simón, amor mío, amor intenso y despiadado. Sólo por la gracia de encontrarnos...