BRINDIS PRONUNCIADOS POR EL LIBERTADOR EN POTOSÍ (1825)

24 de julio] Simón Bolívar:

BRINDIS PRONUNCIADOS POR EL LIBERTADOR
EN POTOSÍ (1825)
Brindis pronunciados en un banquete ofrecido por los delegados argentinos, general Carlos de Alvear y doctor Díaz Vélez, prohombres de las Provincias Unidas del Plata, enviados por el gobierno de éstas a Bolívar para felicitarlo por la victoria de Ayacucho, que aseguraba la independencia argentina y por haber las tropas de Bolívar independizado las cuatro provincias argentinas del norte, donde se habían estrellado todas las expediciones militares del Plata, durante quince años y donde, durante quince años, imperaban los españoles. El mismo general San Martín, nombrado por su gobierno para llevar la guerra a las cuatro provincias argentinas del norte, no se atrevió a ir temiendo un fracaso, se fingió enfermo y terminó por pedir el puesto que obtuvo, de intendente de Cuyo.
Estas provincias, que también reivindicaba el Perú como propias (Alto-Perú), sirvieron al Libertador para fundar la República de Bolivia. La Argentina acababa de reconocer la independencia de Bolivia, a fin de propiciarse al Libertador, de quien solicitaba el apoyo en la guerra que iba a emprender contra el Brasil, y a quien ofrecía, por medio de los plenipotenciarios Alvear y Díaz, el mando de las tropas del Plata; unidas a las del Perú y Colombia, para llevar la guerra al gigantesco imperio del Brasil. He aquí el brindis o los brindis de Bolívar.
1º. POR EL CONGRESO de las Provincias Unidas del Río de la Plata, cuya liberalidad de principios es superior a toda alabanza, y cuyo desprendimiento con respecto a las provincias del Alto-Perú es inaudito.
2º. Por el gobierno del Río de la Plata porque recobre la integridad de sus provincias (aludía al Uruguay causa de la futura guerra con Brasil) como ha adquirido sus derechos.
3º. Por el general Alvear, que con su valor plantó el estandarte de la libertad sobre las fortalezas de Montevideo y que con sus talentos liga las relaciones del género humano con su patria. Por que la suerte lo eleve a la altura de sus méritos.
4º. Por el señor Díaz Vélez, esclarecido legislador, político virtuoso, modelo de ciudadanos.

Fuente.: FUNDACIÓN BIBLIOTECA AYACUCHO
Caracas 1010 - Venezuela
www.bibliotecayacucho.gob.ve

Cartas Manuela -Simón Lima, a 18 de mayo de 1825


Cartas Manuela -Simón
Lima, a 18 de mayo de 1825
General Simón Bolívar
Muy señor mío:
Yo sólo sé que usted se hace más difícil en cuanto se entretiene en homenajes, muy justamente rendidos en honor a la gloria de usted; cosa que, en cierto modo, me resarce de su ausencia y me ali menta, en lo que en mí, refleja su sombra de gloria.
Sí, porque sólo la sombra de usted, mi glorioso Libertador, es la que me cubre, en el absurdo de mi convivencia, en este hogar que aborrezco con todo mi corazón. Mi mortificación va en el sentido de
la ausencia de usted, aunque no me entristece todavía, pues guardo su imagen constante como aliciente de este desatinado matrimonio; que lejos de enriquecerme me envilece, por el desagrado con el que atiendo las cosas de la casa como matrona.
Contésteme usted aunque sea sólo una línea, ¿sí? Déle vida a esta pobre mujer que amargada por las circunstancias desea sólo estar a su lado y no apartada de usted.

Yo soy Manuela Sáenz | Exuberancias de mí misma


PALABRAS DEL LIBERTADOR EN LA CIMA DEL POTOSÍ, EL 26 DE OCTUBRE DE 1825

La Gran Colombia: auge y caída del sueño de Simón Bolívar - ACORE ...

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PALABRAS DEL LIBERTADOR EN LA CIMA
DEL POTOSÍ, EL 26 DE OCTUBRE DE 1825
Una muchedumbre inmensa lo acompañaba a la ascensión del famoso cerro. El Libertador clavó en la cumbre las banderas suramericanas: la de Chile, la de Argentina, la del Perú y la de Colombia.
Tomando esta última en la siniestra mano empezó a discurrir. Recordó los primeros triunfos de la libertad, los esfuerzos posteriores; recordó a los libertadores, a los vivos y a los muertos. Después Bolívar continuó de este modo:
VENIMOS VENCIENDO desde las costas del Atlántico y en quince años de una lucha de gigantes, hemos derrocado el edificio de la tiranía, formado tranquilamente en tres siglos de usurpación y de violencia. Las míseras reliquias de los señores de este mundo estaban destinadas a la más degradante esclavitud. ¡Cuánto debe ser nuestro gozo al ver tantos millones de hombres restituidos a sus derechos por nuestra perseverancia y nuestro esfuerzo! En cuanto a mí, de pie sobre esta mole de plata que se llama Potosí y cuyas venas riquísimas fueron trescientos años el erario de España, yo estimo en nada esta opulencia cuando la comparo con la gloria de haber traído victorioso el estandarte de la libertad, desde las playas ardientes del Orinoco, para fijarlo aquí, en el pico de esta montaña, cuyo seno es el asombro y la envidia del universo.

Fuente:  BIBLIOTECA AYACUCHO.pdf


DISCURSO PRONUNCIADO EN POTOSÍ, EL 16 DE OCTUBRE DE 1825


Quién fue Simón Bolívar y qué hizo?

DISCURSO PRONUNCIADO EN POTOSÍ, EL 16 DE OCTUBRE DE 1825

Discurso pronunciado en la recepción de los plenipotenciarios argentinos, general Carlos M. de Alvear y doctor Díaz Vélez, delegados por el gobierno de las Provincias Unidas del Río de la Plata cerca de Bolivia para felicitar “al genio de Colombia” por haber libertado, con sus triunfos del Perú, la América del Sur, para manifestar la gratitud argentina, “hacia el ilustre guerrero y el júbilo y alegría en las Provincias Unidas”; y por último para excitarlo a apoyar a la Argentina en su guerra con el Brasil, a convertirse “en el brazo fuerte que se encargue de dirigir el espíritu nacional...”.

SEÑORES PLENIPOTENCIARIOS, el gobierno de las Provincias Unidas del Río de la Plata ha tenido la bondad de querernos honrar con una misión la más lisonjera, tanto por su objeto verdaderamente glorioso como por los ilustres personajes que la componen. Así el pueblo argentino debe contar siempre con que nuestro corazón no se apartará jamás de su futura suerte; que nuestro más vivo interés y nuestro más cordial afecto serán por aquel pueblo que empezó simultáneamente con nosotros la hermosa carrera de libertad que hemos terminado.
No queríamos mencionar nuestros sensibles dolores; pero cuando el escándalo los publica ¿por qué callarlos? A la verdad, te-nemos un derecho demasiado incontestable para sorprendernos de que un príncipe americano recién independiente de la Europa, que se halla envuelto en nuestra noble insurrección, y que ha levantado su trono, no sobre débiles tablas, sino sobre las indestructibles bases
de la soberanía del pueblo y de la soberanía de las leyes, este príncipe que parecía destinado a ser el amigo de sus vecinas repúblicas, es el que ocupa todavía una provincia y una plaza fuerte que no le
pertenecen, y que dominan a una de nuestras naciones más beneméritas. Por otra parte, sus tropas acaban de invadir nuestra provincia de Chiquitos para asolarla y ultrajarnos con amenazas bárbaras; y cuando el espanto de nuestras armas las ha puesto en fuga, entonces se llevan nuestras propiedades y a nuestros ciudadanos.
Y, sin embargo, estos insignes violadores del derecho de gentes han quedado impunes; nuestros pueblos humillados y nuestra gloria ofendida. Mas demos gracias a los sucesos que han añadido nuevos nudos a los vínculos que nos estrechan, para que a la vez reclamemos nuestros derechos, como a la vez los adquirimos.

Fuente: ©Fundación Biblioteca Ayacucho, 2007
Caracas 1010 - Venezuela
www.bibliotecayacucho.gob.ve

A su Excelencia, General Simón Bolívar


Lima, a 9 de mayo de 1825
A su Excelencia, General Simón Bolívar
Muy señor mío:
Mucho me alegra conocer su sana ambición de crear esa nueva república, que tanta falta le hace como equilibrio a la organización política del Sur, dando lugar a establecer un orden y principio, regulando al Perú y a la Argentina el espacio de sus territorios.
Espero con profunda ansiedad ver colmadas sus aspiraciones, que sí son muy justas, en cambio en las lides de su interior no lo son. ¿Por qué privarse del goce infinito del amor? ¿Qué tan alta es la honra para que sobrepase a la del gran Bolívar y cuál es la cordura y la templanza que obligan al Libertador a enjuiciarse a sí mismo? Si una de las virtudes primordiales es la obediencia al amor, que la misma providencia auspicia en todo ser humano.
Dispénseme usted mi terquedad, pero en esto tengo razón; de lo contrario, mi desvergüenza arderá en mi contra como la culpable de su desasosiego. Quien lo ama hoy como nunca,
Suya,

Yo soy Manuela Sáenz | Exuberancias de mí misma

Fuente:  © Ministerio del Poder Popular del Despacho de la Presidencia
Las más hermosas cartas de Amor entre Manuela y Simón
Ediciones de la Presidencia de la República
Caracas - Venezuela, 2010

PALABRAS DEL LIBERTADOR A SU ENTRADA TRIUNFAL EN AREQUIPA


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PALABRAS DEL LIBERTADOR A SU ENTRADA
TRIUNFAL EN AREQUIPA, EL 10 DE MAYO DE 1825

Palabras del Libertador con motivo de haberle presentado dos jovencitas educandas del colegio de aquella ciudad sendas palanganas de plata, llenas de monedas de plata y oro, dinero ganado por ellas y las demás educandas del colegio y que el colegio ofrecía, por mano de Bolívar, a los soldados libertadores de la patria.

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EN QUINCE AÑOS de combates por la libertad vuestra suerte ha estado constantemente alimentando el valor de nuestros soldados.
¡Las hijas de la América sin patria! ¡Qué! ¿No había hombres que la conquistaran? Esclavos vuestros padres, por esposos humildes esclavos, esclavos también vuestros hijos… ¿Hubiéramos podido sufrir tanto baldón? No, antes era preciso morir. Millares y millares de nuestros compañeros han hallado una muerte gloriosa combatiendo por la causa justa y santa de vuestros derechos; y esos soldados que reciben hoy de vuestras manos un premio celestial vienen desde las costas del Atlántico buscando a vuestros opresores para vencerlos o morir.
¡Hijas del sol!, ya sois tan libres como hermosas. Tenéis una patria iluminada por las armas del ejército libertador: libres son vuestros padres y vuestros hermanos; libres serán vuestros esposos y libres daréis al mundo los frutos de vuestro amor.


Fuente:  Discursos
y proclamas
Simón Bolívar
©Fundación Biblioteca Ayacucho, 2007

DISCURSO PRONUNCIADO EN LIMA, ANTE EL CONGRESO EL 10 DE FEBRERO DE 1825,

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DISCURSO PRONUNCIADO EN LIMA, ANTE
EL CONGRESO EL 10 DE FEBRERO DE 1825,
RENUNCIANDO LA DICTADURA, CON QUE
LO INVISTIERA EL CONGRESO UN AÑO ANTES,
EN AQUELLA MISMA FECHA

LEGISLADORES: hoy es el día del Perú, porque hoy no tiene un dictador.
El Congreso salvó la patria, cuando trasmitió al ejército libertador la sublime autoridad que le había confiado al pueblo, para que lo sacase del caos y de la tiranía. El Congreso llenó altamente su deber,
dando leyes sabias en la constitución republicana que mandó cumplir. El Congreso, dimitiéndose de esa autoridad inenajenable que el pueblo mismo apenas podía prestar, ha dado el ejemplo más extraordinario de desprendimiento y de patriotismo. Consagrándose a la salud de la patria, y destruyéndose a sí mismo, el Congreso constituyó al ejército en el augusto encargo de dar libertad al Estado, de salvar sus flamantes leyes y de lavar con la sangre de los tiranos las manchas que la nación había recibido de esos hombres nefandos, a quienes se había confiado la autoridad de regirla.
Me es imposible expresar la inmensidad de gloria que me ha dado el Congreso encargándome de los destinos de su patria. Como representante yo del ejército libertador me atreví a recibir la formidable
carga que apenas podrían sobrellevar todos mis compañeros de armas; pero la virtud y el valor de estos ínclitos guerreros me animaron a aceptarla. Ellos han cumplido la celeste misión que les confió el Congreso; en Junín y Ayacucho han derramado la libertad por todo el ámbito del imperio que fue de Manco-Capac; han roto el yugo y las cadenas que le imponían los representantes del procónsul
de la santa alianza en España. Ellos marchan al Alto Perú; pues sean cuales fueren las miras del que allí manda, al fin es un español.
Yo volaré con ellos; y la plaza del Callao será tomada al asalto por los bravos del Perú y Colombia.
Después, señores, nada me queda que hacer en esta república; mi permanencia en ella es un fenómeno absurdo y monstruoso, es el oprobio del Perú.
Yo soy un extranjero: he venido a auxiliar como guerrero, y no a mandar como político. Los legisladores de Colombia, mis propios compañeros de armas, me increparían un servicio que no debo consagrar sino a mi patria, pues unos y otros no han tenido otro designio que el de dar la independencia a este gran pueblo. Pero si yo aceptase su mando, el Perú vendría a ser una nación parásita ligada así a Colombia, cuya presidencia obtengo y en cuyo suelo nací. Yo no puedo, señores, admitir un poder que repugna mi conciencia: tampoco los legisladores pueden conceder una autoridad que el pueblo les ha confiado sólo para representar su soberanía. Las generaciones futuras del Perú os cargarían de execración; vosotros no tenéis facultad de librar un derecho de que no estás investidos. No siendo la soberanía del pueblo enajenable, apenas puede ser representada por aquellos que son los órganos de su voluntad; mas un forastero, señores, no puede ser el órgano de la representación nacional. Es un intruso en esta naciente república.
Yo no abandonaré, sin embargo, el Perú; le serviré con mi espada y con mi corazón, mientras un sólo enemigo huelle su suelo.
Luego, ligando por la mano las repúblicas del Perú y de Colombia, daremos el ejemplo de la grande confederación que debe fijar los destinos futuros de este nuevo universo.

Fuente: FUNDACIÓN BIBLIOTECA AYACUCHO



sin fecha General Simón Bolívar Muy señor mío

 /sin fecha General Simón Bolívar Muy señor mío: Mi genio, mi Simón, amor mío, amor intenso y despiadado. Sólo por la gracia de encontrarnos...