Discursos y proclamas
Venezolanos
28 de diciembre de 1816
Simón Bolívar, jefe supremo y capitán general
de los ejércitos de Venezuela y de la Nueva Granada
Venezolanos:
Los pueblos los generales y los ejércitos, por
el órgano del general Arismendi, me han llamado. Vedme aquí. Vengo a la cabeza
de una cuarta expedición, con el bravo almirante Brion; a serviros, no a
mandaros.
Venezolanos: Vosotros me habéis confiado la
autoridad en los dos últimos períodos de la República. Vosotros
me habéis obligado a subir al tribunal y a combatir en el campo. No he podido
llenar a la vez tan opuestos destinos. La patria ha sufrido en la
administración v en la guerra. Vencedor, no he podido alcanzar los frutos de la
victoria, por atender a los cuidados del Gobierno. La justicia, la política y
la industria, han sufrido cuando me he ocupado en defenderos. Así, una
necesidad imperiosa exige la inmediata instalación del Congreso, para que tome
cuenta de mi conducta, admita la abdicación de la autoridad que ejerzo y forme
la constitución política que debe regiros.
Venezolanos: Vosotros habéis sido convocados
por mí desde el mes de mayo para constituir el Cuerpo Legislativo, sin
prescribiros restricción alguna, autorizándoos para escoger la época y el
lugar. No lo habéis hecho: los sucesos de la guerra os lo han impedido; pero
ahora debéis apresuraros a ejecutarlo como las circunstancias lo dicten. La
patria ha estado y estará frecuentemente en orfandad, en tanto que el
magistrado sea un soldado. Las vicisitudes de la guerra son tan varias y
terribles, que apenas pueden preverse, mucho menos evitarse: las transacciones
del Gobierno exigen un establecimiento más constante. Un hombre mismo no puede
moverse y estar en reposo. Vosotros. pues, debéis dividir las funciones del
servicio público entre muchos ciudadanos, que poseen las virtudes y el talento
que se requieren para el ejercicio del poder.
Si aquellos que fueron legítimamente
constituidos por los representantes de los pueblos en el primer período de la República , existiesen
libres y entre nosotros, les veríais ocupar las dignidades que les fueron
conferidas; pero la más deplorable fatalidad nos priva de los servicios de
estos funcionarios. Les más se hallan ausentes, muchos oprimido, muchos muertos
y otros son traidores. No obstante que su autoridad ha prescrito, habiendo
terminado sus funciones, yo los habría convidado a continuar de nuevo el
Gobierno de la
República. Ellos no aparecen en el seno de la patria libre;
es, pues, indispensable reemplazarlos.
Venezolanos'. Nombrad vuestros diputados al
Congreso. La isla de Margarita está completamente libre: en ella, vuestras
Asambleas serán respetadas y defendidas por un pueblo de héroes, en virtud, en
valor y en patriotismo. Reuníos en este suelo sagrado, abrid vuestras sesiones
y organizáos según vuestra voluntad. El primer acto de vuestras funciones será
señalado por la aceptación de mi renuncia.
Cuartel General del Norte de Margarita,
diciembre 28 de 1816.
SIMÓN BOLÍVAR
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