Las más Hermosas cartas de Amor entre Manuela y Simón



Las más Hermosas cartas de Amor
entre Manuela y Simón
acompañadas de los Diarios de Quito y Paita,


Cuartel General de Junín a 6 de agosto de 1824
Al señor teniente de Húzares de S.E.
El Libertador y presidente de Colombia
Señora Manuela Sáenz
Mi muy querida Manuela:
En consideración a la resolución de la Junta de Generales de División, y habiendo obtenido de ellos su consentimiento, y alegada su ambición personal de usted de participar en la contienda; visto su coraje y valentía de usted; de su valiosa humanidad en ayudar a planificar desde su columna las acciones que culminaron en el glorioso éxito de este memorable día; me apresuro, siendo las 16:00 horas en punto, en otorgarle el grado de Capitán de Húzares; encomendándole a usted las actividades económicas y estratégicas de su regimiento, siendo su máxima autoridad en cuanto tenga que ver con la atención a los hospitales, y siendo este, el último escaño de contacto de mis oficiales con la tropa.
Cumplo así con la justicia, de dar a usted su merecimiento de la gloria de usted, congratulándome de tenerla a mi lado como mi más querido oficial del ejército colombiano.
Su afectísimo,
Simón Bolívar
S.E. El Libertador,
Fuente: © Ministerio del Poder Popular del Despacho de la Presidencia
Las más hermosas cartas de Amor entre Manuela y Simón
Ediciones de la Presidencia de la República
Caracas - Venezuela, 2010
Depósito Legal: lf000000000000
ISBN: 0000000000000

Así como los grandes hombres de la Revolución francesa



Así como los grandes hombres de la Revolución francesa ejecutaron un
programa antifeudal y antimonárquico, defendiendo los valores de la libertad, la
igualdad, la justicia y la moralidad, también Bolívar en América, aparece como el
hombre que tiene plena conciencia, de las tarea transformadoras y revolucionaria s que
tiene por delante. Oigan señores sus reflexiones modernas e ilustradas “…Armando lo
más útil, animada de lo más justo, y aspirando a lo más perfecto, al separarse Venezuela
de la nación española, ha recobrado su independencia, su libertad, su igualdad, su
soberanía nacional. Constituyéndose en una república democrática, proscribió la
monarquía, las distinciones, la nobleza, los fueros, los privilegios: declaró los derechos
del hombre, la libertad de obrar, de pensar, de hablar y de escribir”.5
No quiero concluir mis palabras, sin recordar que de 1830 (fecha de la muerte de
Bolívar) hasta acá han transcurrido justamente 176 años. La pregunta obligada es la
siguiente, ¿tiene vigencia el pensamiento de Simón Bolívar? La respuesta es que sí.
Creo que el gran sueño de Bolívar de formar una gran nación americana es un
camino que vale la pena transitar, por que mientras nuestros pueblos no se unan contra
las potenc ias imperiales, siempre serán víctimas de su control y dominio. Creo que la
persistencia de Bolívar, es un ejemplo a tomar en cuenta, por todos los que luchan por
un mundo mejor, en el contexto neoliberal y globalizador. Tiene vigencia la idea de
educar e ilustrar a la gente, para que puedan cumplir con la condición de sujeto social y
moral, y de paso convertirse en ciudadanos conscientes de sus deberes y derechos, para
con la sociedad y la patria.

Fuente: Bolívar y la Ilustración1
Rafael Morla.
Universidad Autónoma de Santo Domingo
4 Simón Bolívar, Ob.cit., p. P.72
5 Simón Bolívar, Ob.cit., Págs. 63-64.
168 Eikasia. Revista de Filosofía, II 8 (enero 2007). http://www.revistadefilosofia.org

SIMÓN BOLÍVAR: ENSAYO DE UNA INTERPRETACIÓN BIOGRÁFICA A TRAVÉS DE SUS DOCUMENTOS



SIMÓN BOLÍVAR: ENSAYO DE UNA
INTERPRETACIÓN BIOGRÁFICA A
TRAVÉS DE SUS DOCUMENTOS
Tomás Polanco Alcántara

En ese viaje, en especial por su carga de dinero y mercancías, era necesario burlar la
vigilancia inglesa. Por esa razón el Almirante Alcalá Galiano dispuso que el San
Ildefonso, junto con las otras embarcaciones, subiera algo más por el Atlántico hasta
cerca de los bancos de Terranova y que, en lugar de acercarse a Cádiz, navegase por
las costas del norte para buscar el puerto de Santoña, donde arribó el 13 de mayo de
1799.
El viaje duró 115 días de los cuales pasaron 14 entre La Guaira y Veracruz, 46 en tierra
mexicana, unas horas en La Habana y 55 en el mar hasta Santoña.
Santoña, puerto ubicado a 47 kilómetros al este de Santander, dispone de una bahía
propia muy adecuada para sus fines y tuvo su tiempo de prosperidad hasta que ataques
franceses, a fines del Siglo XVII, casi acabaron con sus instalaciones. A finales del siglo
XVIII comenzó a recuperarse por el comercio con América.
Aunque es cierto que un joven de diez y seis años tiene, ordinariamente, una gran
capacidad de adaptación a nuevas circunstancias, la experiencia de un viaje marítimo
tan largo tuvo que causar efectos especiales en Bolívar. Aprendió las ventajas que
entonces tenía el uso del mar como medio de transporte, es posible que durante el viaje
haya nacido su interés por la astronomía al observar la forma como el barco era
conducido y comenzó a prepararse para una realidad que luego le sería característica, la
de tener que estar alejado de lo poco que le quedaba como familia.
Bolívar, al llegar a Santoña, debió partir inmediatamente para Madrid. Es casi seguro
que ese viaje fue directo, vía Burgos, sin serle necesario haber pasado por Bilbao en la
forma que han insinuado algunos historiadores. Fuentes Carvallo, en sus estudios sobre
la España de los tiempos de Bolívar, pudo comprobar que, tal como aparece en los
mapas de la época, era muy difícil, por no decir imposible, por la falta de caminos de
cómodo tránsito, viajar por tierra de Santoña a Bilbao, además de innecesario para quien
quería llegar rápidamente a Madrid(19).
Pedro Palacios informará a su hermano Carlos, desde Lisboa, el 5 de junio de 1799, cuál
fue el itinerario de su sobrino Simoncito: llegó a Veracruz, siguió a México, volvió a
Veracruz, siguió a La Habana, de esa isla "salió en convoy de embarcaciones de guerra"
y arribó a Santoña, "Puerto de la Vizcaya de donde ha corrido su ruta hasta llegar a
Madrid" (20).
La ruta Santoña-Madrid necesariamente debió impresionar al viajero por 105 cambios de clima, de alturas y de paisajes. Madrid tuvo que causarle sensación. Era algo distinto a todo cuanto había podido ver hasta ese momento.
Llegó a Madrid casi sin equipaje, tal como el 29 de junio y desde Madrid Pedro informa a Carlos: "Simoncito llegó derrotado y ha sido preciso equiparlo nuevamente". "Derrotado" significa, en buen español, "que anda con vestidos deteriorados o raídos". Era explicable que una trayectoria tan larga, sin servicios adecuados a bordo, hubiese causado tal efecto, especialmente en un viajero joven e inexperto.
La lista de ropa y accesorios hecha por el sastre madrileño llegó a costar la cantidad de
cuatro mil y más pesos y abarcaba una importante cantidad de vestimenta (21).
Esteban se encontraba encantado por la llegada de su sobrino a quien tanto quería. Sus
deseos eran atenderlo y hacerlo fe1iz (22).
La presencia del sobrino y la llegada de Pedro Palacios a Madrid obligó a los hermanos
Palacios a tomar algunas providencias, entre ellas la de formar casa aparte, por no
querer seguir ocupando "la de Mallo" donde al parecer vivía Esteban hasta entonces. Se
debe tratar de la de don Manuel de Mallo (23)De la carta de Pedro a Carlos, donde le
avisa tal circunstancia, no se deduce que Simón haya vivido en la casa de Mallo, como
muchas veces se ha creído, sino solamente que fue necesario para ellos contratar una
nueva casa.
Explicará más tarde que cuando él (Pedro) llegó Esteban vivía en casa de Mallo, pero
que penetrados de que "ya los tres con nuestros criados éramos una familia entera
resolvió separarse a pesar de Mallo", todo sin romper amistad y sin dejar de frecuentar la casa para comer (24).
De allí en adelante se encuentran dos líneas de opiniones e ideas en las cartas de los
hermanos Palacios, unas referentes al sobrino, otras a las propias actividades.
En cuanto al sobrino, la nueva forma de vida le produjo una cierta calma, al menos
temporal, que le permitió iniciar con provecho sus estudios. Así lo explica Pedro a Carlos diciéndole que Esteban lo tiene muy aplicado y él sigue con gusto y exactitud el estudio de la lengua castellana, el escribir en que está muy ventajoso, el baile, la historia en buenos libros y se le tiene preparado el idioma francés y las matemáticas. Está sujetico y observa mediana conducta o por mejor decir buena"(25).
El joven "sujetico", es decir tranquilo, se iniciaba en actividades que le gustarán por toda la vida: estudiar historia, bailar y hablar francés.
Como no era buena la situación de los Palacios en Madrid se les nota cierto interés en
cargar a la cuenta de Simón algunos gastos de la casa y por ello Pedro pide que se le
envíe a Simón licencia de su curador para hacer "apuntes, testamento y cualquier otras
disposiciones en orden a sus bienes".
Los señores Palacios Blanco vivían angustiados por los gastos crecientes y la poca
efectividad de las gestiones que estaban realizando.
Fuente: SIMÓN BOLÍVAR: ENSAYO DE UNA
INTERPRETACIÓN BIOGRÁFICA A
TRAVÉS DE SUS DOCUMENTOS
Tomás Polanco Alcántara

Caracas, 10 de agosto de 1813. ILLMO. SEÑOR ARZOBISPO DE ESTA ARQUIDIOCESIS.



Caracas, 10 de agosto de 1813.
ILLMO. SEÑOR ARZOBISPO DE ESTA ARQUIDIOCESIS.
Illmo. señor
La marcha alevosa y destructora del intruso gobierno español ha reducido un país floreciente (y que el Ser Supremo no ha condenado a una eterna dependencia de la España) a un exterminio lamentable y desconocido, que el deber y la autoridad del jefe de Venezuela tratan de reparar por las más eficaces y enérgicas providencias. Instruido por una experiencia cruel he descubierto que las contemporizaciones y la impunidad en tiempo de la primera junta suprema y de los poderes ejecutivos dieron audacia a los conspiradores y a los enemigos y lo que es más asombroso aquellas autoridades toleraron sin sofocarlos los incentivos que en el confesionario se suministraron a la guerra sorda que al fin aniquiló nuestra independencia.
El general en jefe después de haber restablecido la república ha empleado y sostendrá en sus resoluciones aquel carácter fuerte que aterre a tan pérfidos maquinadores, que mantenga en el respeto debido a todos los súbditos del gobierno y que infunda en las demás naciones la decorosa consideración a que es acreedor el pabellón de una república civilizada y triunfante.
No es ya el tiempo de burlar las disposiciones gubernativas, y todo el peso de la ley caerá sobre los infractores. En consecuencia animando a las órdenes de V. S. Illma. el mismo espíritu, intime V. S. Illma. bajo las penas del resorte de su autoridad a todos los párrocos, predicadores y confesores de la arquidiócesis expliquen semanalmente los justos principios de la emancipación americana, persuadan la obligación de abrazarla y defenderla al precio de los intereses y de la vida, precavan a los sencillos contra la seducción y los conatos de los perturbadores, y que sobre todo presten cuantos existen bajo la protección del gobierno, la correspondiente cooperación a sus miras.
El confesionario que está sustraído por su sigilo a las inquisiciones públicas es el que principalmente debe ocupar las reformas de V. S. Illma., y parece que con la mayor eficacia impediría el abusar de este sagrado ministerio, que V. S. Illma. dispusiese, que aquél que en semejante acto tratase de extraviar la opinión política que sostiene el presente gobierno, por el mismo hecho se considere suspenso de sus funciones.
Dios guarde a V. S. Illma. muchos años.
S. I.
SIMON BOLIVAR

Cuartel general de Puerto Cabello



Desde el momento mismo que en el Cuartel general de Trujillo autoricé con mi firma la proclama de quince de junio último, quedó sancionado todo su contenido como ley fundamental de la República de Venezuela, o reconquista del poder tirano que usurpaba su libertad.
Por ella manifesté entre otras cosas por una parte, que yo y el ejército de mis hermanos que tenían la gloria de mandar, éramos enviados a destruir los españoles, proteger los americanos, y restablecer los Gobiernos que formaban la confederación de Venezuela, rompiendo para ello las cadenas de la servidumbre, que agobiaban sus pueblos. Y por otra, dirigiéndome a los americanos que el error o la seducción había-extraviado de la senda de la justicia, les hice entender que yo y sus demás hermanos les perdonaban sinceramente, y lamentaban sus descarríos, en la íntima persuasión de que no podían ser culpables, y que sólo la ceguedad, e ignorancia en que los habían tenido hasta entonces los autores de sus culpas, pudieron inducirles a ellas. Que no temiesen la espada que venía a vengarlos, y a cortar los lazos ignominiosos con que los ligaban a su suerte los verdugos. Que tendrían una inmunidad absoluta en su honor, vida, y propiedades. Que el solo titulo de americano era su garantía y salvaguardia. Y en fin que esta amnistía se extendía hasta los mismos traidores, que más recientemente hubiesen cometido actos de felonía; y que sería tan religiosamente cumplida, que ninguna razón, causa o pretexto bastaría para quebrantar esta oferta, por grandes y extraordinarios que fuesen los motivos que se diesen para excitar la adversión.
Todo ha sido cumplido tan exactamente como lo exigía mi palabra, y el honor del ejército comprometido, y el carácter de ley fundamental promulgada, impresa y circulada; de manera que no habrá un americano siquiera, que con verdad se queje de su infracción, a pesar de los repetidos clamores que contra muchos se han hecho, por sus torpes y enormes crímenes contra sus hermanos, su patria y posteridad. Reposaba tranquilo, y lleno de la mayor confianza en la gloriosa lucha contra los últimos restos de nuestros comunes enemigos, cuando en el campo de batalla que forma el sitio a que se ven reducidos en una pequeña parte de la población de Puerto Cabello he sido informado que algunos de aquellos mismos americanos que con tanta generosidad ha tratado el ejército libertador, olvidando sus crímenes, se esfuerzan en subvertir el orden, formando conventiculos, y protegiendo conmociones populares al favor que les dispensa la buena fe y sinceridad con que creyéndoles capaces de gratitud y reconocimiento, se dejaron las cosas en el mismo estado que estaban.
Semejante conducta ha herido dolorosamente mi corazón, y lo que es más la gloria de Venezuela, por la que no he dudado y el ejército de la Unión hacer los. últimos sacrificios. Notorio es esto; pero más notorio será el horror y oprobio que cubrirá a estos infames y viles desnaturalizados hijos que posponen el bien y felicidad general, a la baja adulación de sus primeros opresores.
Teman pues el castigo y escarmiento que sufrirán con la última severidad. Hasta aquí he cumplido yo, y mi victorioso ejército, la ley que voluntariamente nos impusimos en obsequio de ellos; por consiguiente toda ciudad, villa, o lugar en que se hayan tremolado nuestras banderas, y esté bajo la dominación del ejército libertador, serán tratados sus habitantes como dignos ciudadanos de estos estados, si cumpliesen como son obligados con el sagrado deber que les impuso naturaleza, y prescribe el interés de una sociedad civil; pero han de estar perfectamente convencidos, que todo el que faltase a estos incuestionables principios, y directa o indirectamente contribuyese a turbar el orden, paz y tranquilidad pública, será castigado con la pena ordinaria de muerte, sin que le favorezca el sagrado de la Ley cumplida ya en todas sus partes; pero con la diferencia que para aquellos que antes han sido traidores a su patria y a sus conciudadanos, y reincidiesen en ello, bastarán sospechas vehementes para ser ejecutados. Lo tendrán así entendido todas las justicias civiles y militares; a cuyo fin mando que la presente se publique, imprima y circule para que llegue a noticia de todos.
Dada en el cuartel general de Puerto Cabello y refrendada del infrascrito secretario de Estado, y del despacho de gracia y justicia, a 6 de setiembre de 1813, 3º. de la Independencia, y 1º.  de la Guerra a Muerte.
SIMÓN BOLÍVAR.
Rafael D. Mérida.

Mantecal, 26 de mayo de 1819.


Mantecal, 26 de mayo de 1819.
A la ciudadana Juana Bolivar.
Querida Juanica:
Recibí tu carta, aunque muy atrasada: me alegro infinito te halles sin novedad, y te diviertas en todas las ocasiones que se presenten.
Al señor Zea le digo que te dé lo que necesites, y así puedes recurrir a él. Nosotros marchamos ahora mismo para Barinas, y creo tendrá muy buen resultado nuestra marcha. Nada puedo decir más, pues estoy montando a caballo, sino que cuentes con el hermano que más te quiere y desea verte tranquila. A Benigna mil cosas, que me alegro siga buena.
BOLIVAR

Cartas Angostura, 28 de diciembre de 1817.



Cartas

Angostura, 28 de diciembre de 1817.
Al ciudadano teniente coronel José María Zamora.
El valor y distinguida conducta de Vd. en la desgraciada jornada de la Hogaza, me han colmado de satisfacción, al ver confirmado con este nuevo ejemplo de intrepidez el concepto que había Vd. merecido del gobierno, por su patriotismo e infatigable constancia. Antes de ahora he dado a Vd. un testimonio del aprecio y consideración a que se ha hecho acreedor, librándole el despacho de miembro de la orden de los Libertadores, recompensa muy digna de los servicios y virtudes de Vd. Supongo que reunida la brigada del señor general Zaraza estará pronta para ejecutar la orden que, en esta misma fecha, le libro para reunirnos en el puerto de Cabruta. Yo marcho mañana con más de cuatro mil hombres y espero que a mi llegada estará allí esa brigada con todos los caballos y transportes que antes he pedido al señor general Zaraza. Vd., por su parte, cooperará a que se ejecuten las órdenes, que con esta fecha libro, exacta y estrictamente.
Dios guarde a Vd. muchos años.
Simón Bolívar 

sin fecha General Simón Bolívar Muy señor mío

 /sin fecha General Simón Bolívar Muy señor mío: Mi genio, mi Simón, amor mío, amor intenso y despiadado. Sólo por la gracia de encontrarnos...