Las más Hermosas cartas de Amor entre Manuela y Simón



Las más Hermosas cartas de Amor entre Manuela y Simón
 acompañadas de los Diarios de Quito y Paita, V. La Magdalena, 9:30 p.m. Mi adorada Manuelita, el hincarme la porcelana iridiscente de tu boca fue el flagelo más sutil demandado por mortal alguno en la expiación de su pecado; tus dedos se adhirieron a mi carne, como en las breñas de la ascensión al Pisha, para darle a este hombre (tu hombre) un hálito mortal, en la contemplación de tu divinidad hecha mujer. Perdóname, tuyo, Simón Bolívar Fuente: © Ministerio del Poder Popular del Despacho de la Presidencia Las más hermosas cartas de Amor entre Manuela y Simón Ediciones de la Presidencia de la República Caracas - Venezuela, 2010 Depósito Legal: lf000000000000 ISBN: 0000000000000

SIMÓN BOLÍVAR: ENSAYO DE UNA INTERPRETACIÓN BIOGRÁFICA A TRAVÉS DE SUS DOCUMENTOS Tomás Polanco Alcántara



SIMÓN BOLÍVAR: ENSAYO DE UNA INTERPRETACIÓN BIOGRÁFICA A TRAVÉS DE SUS DOCUMENTOS Tomás Polanco Alcántara
 Quizá la decisión de la Audiencia sea la razón por la cual el niño fue colocado en la Academia de Matemáticas que venía dirigiendo el Padre Andújar (41)y que funcionaba en la casa de Carlos Palacios y en la cual, además de Simón Bolívar, asistían unos 18 alumnos. Bolívar lo recordará expresamente en 1825 (42) Al mismo tiempo, Andrés Bello le daba algunas clases de Historia y cosmografía(43). No mucho se sabe sobre el Padre Andújar. Fr. Cayetano de Carrocera recogió todas las noticias conocidas sobre el notable sacerdote, entre ellas el testimonio que dio el Dr.. José de la Cruz Limardo, su alumno y quien, agradecido de la forma como fue tratado por Andújar, dijo en sus Memorias que ese educador solamente necesitaba orden y método para enseñar con claridad" (44) Rafael Fernández Heres explica que el sacerdote se formó en los tiempos de renovación universitaria que, en 1769, se inició en Sevilla bajo la inspiración del ilustrado Pablo Olavides y que su influencia pedagógica fue muy positiva (45). El tono especial de la educación que Andújar podía dar al joven Bolívar, con menos alumnos que Rodríguez, en mejores condiciones materiales y con diferentes técnicas, quizá explique que si Bolívar recibió de Andújar los mismos beneficios que el Dr. Limardo, está justificado el buen recuerdo que tuvo de los resultados de esa etapa de su enseñanza. Esa actitud puede también hacer ver el respeto que expresó Bolívar por Belio. Bello estaba en el tiempo de su formación como discípulo de Fr. Cristóbal de Quesada (46)y todavía no era alumno de la Universidad, su diligencia y aplicación eran sobresalientes y hacían razonable que fuese utilizado para completar la enseñanza que necesitaba el niño Simón. Muchos años más tarde, en 1829, Bolívar escribirá a José Fernández de Madrid: "Yo conozco la superioridad de este caraqueño contemporáneo mío: fue mi maestro cuando teníamos la misma edad y yo le amaba con respeto" (47).. Mejores alabanzas no le podía haber tributado. En enero de 1797 ingresó Bolívar, ya con catorce años, al Batallón de Milicias de Blancos de los valles de Aragua, el mismo del cual su padre había sido Coronel.. Ese año de 1797 tuvo lugar la llamada Insurrección de Manuel Gual, José María España y Juan Bautista Picornell. No es posible saber si la magnitud de los hechos y sobre todo el trágico fin de José María España, ejecutado en una forma brutal al ser detenido en mayo de 1799, pudieron ejercer alguna influencia en el cadete Simón Bolívar.. A su edad debió de haberse enterado de lo que estaba pasando. Lo difícil es graduar exactamente, o al menos con aproximación, cuál fue su actitud frente a esos acontecimientos. El 4 de julio de 1798, por Real Orden, fue ascendido al grado de subteniente (48). El niño quería irse a España para encontrar a su tío Esteban y estar a su lado. Carlos y Esteban comienzan a tratar el tema. Realizar el viaje presentaba un obstáculo de orden jurídico, pues el testamento de don Juan Félix Jerez de Aristeguieta disponía que el poseedor del vínculo "haya de vivir en la casa que hoy es de mi morada y ser vecino de esta ciudad y sólo podrá faltar si es Empleado en servicio de Su Majestad"(49). Esteban opinaba, razonablemente, que por estar Simón en las Milicias, es decir en una forma de servicio al Rey, esa dificultad debía considerarse subsanada(50). Las cartas entre los hermanos van mostrando el camino de las conversaciones. Esteban, aunque partidario de la idea del viaje, expresaba ciertas reservas relativas a la manera de atender a su sobrino en Madrid porque él quería salir de España (51). Efectivamente se fue a París. Cuando regresó a España sintió que era su deber oponerse a los proyectos de Carlos, que entonces conoció, de mudarse a la "casa del vínculo" (52)y le escribió mostrando su desacuerdo (53) Al estar de nuevo en Madrid escribe otra vez a Carlos diciéndole que la vuelta suya a la ciudad y su "gran conocimiento de la Corte" son favorables para que Juan Vicente y Simón viajen a Madrid "en donde podrían tomar alguna instrucción buena y veremos lo que la suerte puede dar de sí en favor de ellos teniendo como tienen mucho adelantado por sus grandes facultades"(54). Ignoraba que Carlos, antes de recibir esa carta, el día 19 de enero de 1799, había embarcado a Simón en La Guaira en el navío San Ildefonso para que fuese a estudiar a España. Tenía 16 años.. Fuente: SIMÓN BOLÍVAR: ENSAYO DE UNA INTERPRETACIÓN BIOGRÁFICA A TRAVÉS DE SUS DOCUMENTOS Tomás Polanco Alcántara

Las más Hermosas cartas de Amor entre Manuela y Simón



Las más Hermosas cartas de Amor entre Manuela y Simón acompañadas de los Diarios de Quito y Paita, así como de otros documentos
 IV. La Magdalena, 8 p.m.
 Señora: Medite usted la situación. ¿Acaso no dejó de asistirme en unos días? Yo imploro de su misericordia de usted, que proviene de su alma pura; no me deje morir de amor sin su presencia. ¿Puedo volver a llamarla mi bella Manuela? Explíqueme qué conducta debo seguir respecto a usted.
 Suyo, Simón Bolívar
 Fuente: © Ministerio del Poder Popular del Despacho de la Presidencia Las más hermosas cartas de Amor entre Manuela y Simón Ediciones de la Presidencia de la República Caracas - Venezuela, 2010 Depósito Legal: lf000000000000 ISBN: 0000000000000

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Basta la enumeración de las personas indicadas y la descripción de la casa para advertir que la situación del menor en ella no era exactamente cómoda. Además, Rodríguez hizo constar que el niño no podría, en esos días, asistir a la Escuela, distante varias cuadras, porque él, Rodríguez, estaba herido en una pierna y no podía caminar para acompañarlo (38) El niño, a los pocos días de estar en la casa de Rodríguez, exactamente el día 14 de agosto, la abandonó en una escapatoria encaminada a pretender ampararse en la del Obispo don Juan Antonio de Viana.. Don Carlos vuelve ante la Audiencia.. El Tribunal ordena al niño acatar sus instrucciones y le impone el régimen de vida que en adelante debía llevar: asistir puntualmente a estudiar, dar sus lecciones sin disipar el tiempo y sin distracciones, evitar todo aquello que fuere a perjudicar su buena enseñanza, ir alguno que otro día, por vía de recreo, a la casa de sus parientes, recogerse antes del toque de las oraciones y estar acompañado de sujeto que, por su edad, madurez y probidad, facilite la buena dirección del pupilo. El pleito sigue con graves imputaciones de Pablo Clemente y María Antonia para Carlos Palacios y de éste contra ellos. Las noticias llegan a Madrid. Esteban se solidariza con su hermano Carlos pues considera a Pablo Clemente y Francia "susceptible de toda especie de males, de principios muy humildes, poca vergúenza, ningún honor, una ambición desenfrenada... un monstruo de la sociedad".. Piensa que 'Carlos ha hecho bien "en extraer al niño de las manos de esa fiera" y teme que "ese bribón" pueda hacer con el caudal de Simón lo mismo que hizo con el de sus hijos (39). La orden de la Audiencia tranquiliza al niño, vuelve a la casa de Rodríguez y comienza a asistir regularmente a la Escuela Pública. Esas circunstancias hacen ver las dificultades muy serias que, en esta etapa de la vida de ambos, hicieron muy difícil la relación del niño Simón con Rodríguez: el niño se escapa de la casa de su tío cuando se entera de los proyectos de éste de trasladarlo a la morada de Rodríguez; pide encarecidamente a su Hermana que lo "saque" de la escuela donde Rodríguez era maestro; se niega, con violencia, a ir a la casa del mismo Rodríguez; una vez en ella, se escapa de nuevo y cuando una orden expresa de la Audiencia le obliga a permanecer en esa residencia, acepta quedarse, relativamente tranquilo, hasta que se da cuenta de que era próxima la renuncia de Rodríguez.. Da la impresión de haberse encontrado entonces lo que, en otra clase de asuntos, se denomina una solución "negociada".. En un acta levantada ante la Audiencia el 14 de octubre de 1795, el niño pide volver a la casa de su tutor, alegando temeridad y malos consejos como justificativos de su conducta anterior. Aparentemente a cambio de ello, Rodríguez atestigua que el menor "se ha aplicado a tomar la mejor enseñanza y manifestado un talento y luces muy regulares, obedeciendo en cuanto le preceptuaba sin haberle dado motivo de disgusto en el tiempo que lo tiene a pupilaje".. El menor ofrece volver regularmente a la Escuela Pública y el Tribunal, el día 16 de octubre, acepta lo propuesto pero impone a don Carlos que, como quiera que él debe viajar con frecuencia a sus haciendas, "solicite una persona de respeto, si fuere posible sacerdote, que esté a la mira y viva con el niño procurando su mejor educación y asistencia diaria". Tres días después, el 19 de octubre de 1795, Rodríguez renuncia a la condición de maestro de la Escuela Pública.. El trato escolar entre Rodríguez y el niño Simón fue, por tanto, accidentado, penoso, sin éxito y complicado. No tiene sentido magnificarlo o darle otro carácter bajo supuestas técnicas roussonianas. Los documentos que habrá que examinar después hacen ver que entre el tío Carlos y el sobrino Simón se rompió todo vínculo afectivo. Veremos más adelante cómo la conducta posterior de Carlos hace pensar que era de él y no de María Antonia de quien debía ser protegido el patrimonio del menor (40) . Siguió el niño como alumno de la Escuela Pública, que continuó bajo la regencia de don Guillermo Peigrón. Tomás Polanco Alcántara Fuente: SIMÓN BOLÍVAR: ENSAYO DE UNA INTERPRETACIÓN BIOGRÁFICA A TRAVÉS DE SUS DOCUMENTOS Tomás Polanco Alcántara 

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SIMÓN BOLÍVAR:
 ENSAYO DE UNA INTERPRETACIÓN BIOGRÁFICA A TRAVÉS DE SUS DOCUMENTOS Tomás Polanco Alcántara Para Carlos, en su solicitud ante la Audiencia, el niño era "absolutamente desaplicado a todo género de instrucción", le "considera en peligrosa edad", advierte que le ha dado "un dulce trato" acompañado de "entereza e integridad" y menciona que Simón se ha escapado "para huir del empeño de que reciba una educación correspondiente a su nacimiento y rango"(36). Para María Antonia, aunque el niño no era "desaplicado ni renuente a la asistencia a la Escuela" y poseía "una más que regular instrucción", pues sabia leer y escribir, se encontraba "violento" en la Escuela Pública y rogaba a su hermana sacarlo de ella. Además, María Antonia lo había visto "solo por las calles y paseos, a pie y a caballo, en junta con muchachos que no eran de su clase"(37). Ambas exposiciones coinciden en demostrar que la educación del niño era deficiente: negado a recibir enseñanzas, "realengo" por las calles, sin vigilancia directa, violento ante la Escuela. Si se examinan las condiciones irregulares dei Instituto y se toma en cuenta la situación personal del tutor, ese resultado era de esperarse. Ni don Carlos ni doña María Antonia se refieren al maestro Rodríguez en forma negativa.. Según don Carlos, en la exposición citada, Rodríguez era "sujeto de probidad y habilidad notorias" y María Antonia aclaraba que las representaciones, hechas por ella y su esposo sobre el estado de su hermano, en ningún caso tenían el "ánimo de ofender la arreglada enseñanza y sana doctrina" de la Escuela y de su maestro. Sin embargo, de lo dicho por todos se desprende que la Escuela Pública y su maestro, a pesar de la probidad, habilidad, sana doctrina y arreglada enseñanza, habían fracasado con el niño Simón.. Cuando fue a ser ejecutada la orden, dada por la Audiencia, de entregar el niño a don Carlos, sucedió lo inesperado: el niño Simón se negó rotundamente a aceptarla y alegó "que los tribunales bien podrían disponer de sus bienes y hacer de ellos lo que quisiesen mas no de su persona y que silos esclavos tenían libertad para elegir amo a su satisfacción por lo menos no debía negársele a él la de vivir en casa que fuera de su agrado".. Estas frases no fueron copiadas por el escribano pero don Carlos Palacios quiso que constaran en el expediente, pues estimaba que las mismas no podían ser "parto propio del pupilo" a causa de "la tierna edad de éste y de su escasa razón".. El niño, a pesar de los intentos persuasivos de todos sus parientes, "con gritos y lágrimas" no quiso salir de la casa.. Se formó en la calle y en la entrada de la residencia una enorme confusión en medio de la cual el otro tío, don Feliciano, viendo que el niño se agarraba a su tío Pablo", le hizo soltarse con un violento golpe que motivó inmediatamente el reclamo de don Pablo; don Feliciano golpeó también a don Pablo e incluso sacó una espada para amenazarlo.. En ese estado de cosas don Carlos "ordenó a un negro que aprehendiese al menor don Simón" y lo llevase a la casa de don Simón Rodríguez, "para que éste se encargase de su educación". María Antonia se presentó ante la Audiencia para protestar alegando que el niño requería ser "educado en buena crianza, estudios y ciencia que lo puedan iluminar para gobernarse con honor".. La Audiencia, ante esos reclamos ordenó inspeccionar la casa de Rodríguez y pudo comprobar que esa residencia no era de óptimas condiciones.. La casa estaba ubicada en la calle de Caracas que, de Norte a Sur baja de la esquina de Cují a la de La Candelaria, actuales esquinas de Cují y Romualda.. Se componía de una sala, dormitorio, galería, cuatro cuartos, dos patios, tres corredores, cocina y corral. En ella habitaban Rodríguez, su esposa, su hermano Cayetano y su esposa con su hijo, las suegras de Rodríguez y de su hermano, dos cuñadas, un señor de apellido Piñero junto con su sobrino, tres criados domésticos, cinco estudiantes y un menor recién nacido, en total 20 personas. En la habitación asignada al niño Simón vivía otro niño llamado José Félix Navas y en ella había una cama, su asiento, una mesa, un butaconcito y un escaparate. Fuente: SIMÓN BOLÍVAR: ENSAYO DE UNA INTERPRETACIÓN BIOGRÁFICA A TRAVÉS DE SUS DOCUMENTOS Tomás Polanco Alcántara

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Las más Hermosas cartas de Amor entre Manuela y Simón
 III. La Magdalena, 7: 30 p.m. Señora: En mi situación, ya no encuentro otro recurso que el de levantarme como Lázaro e implorar su benevolencia conmigo. Sepa usted que parezco perro de hortelano castigado por jauría. ¿No se conmueve usted? Venga, venga pronto, que me muero sin usted. Simón Bolívar Fuente: © Ministerio del Poder Popular del Despacho de la Presidencia Las más hermosas cartas de Amor entre Manuela y Simón Ediciones de la Presidencia de la República Caracas - Venezuela, 2010 Depósito Legal: lf000000000000 ISBN: 0000000000000

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El 23 de mayo de 1791 don Simón Rodríguez, entonces de 20 años de edad, fue admitido para servir en la Escuela de niños de "primeras letras", bajo la dirección del maestro principal don Guillermo Pelgrón (31). La Escuela se encontraba en estado total de ruina y hasta carecía de útiles. El nuevo maestro fue obteniendo algunas mejoras pues logró mudar el instituto a una casa de doña Josefa Aristeguieta, ubicada entre las esquinas de Veroes y Jesuitas y adquirir algunos muebles. La inscripción del niño Simón en esa Escuela y no en cualesquiera de las otras que funcionaban en la ciudad, pudo haberse debido a que don Feliciano hubiese tomado esa decisión por la presencia en ella de Rodríguez, a quien conocía muy bien por el hecho de haber, el mismo Rodríguez, trabajado para él durante el año de 1792 y en calidad de amanuense (32). Lo que no está claro, ni tampoco interesa a los fines de este estudio, es cómo se armonizaban los deberes de maestro con las labores propias del servicio de don Feliciano; quizá se explique así por qué Rodríguez, tal como se desprende de algunas cartas de don Feliciano, cesó en su trabajo de amanuense y se dedicó exclusivamente a la Escuela.. En 1793 Bolívar había cumplido 10 años. No hay referencia específica alguna sobre lo sucedido a Bolívar en la Escuela durante los años 1793 y 1794, salvo el dato, que enseguida mencionaremos, del número de sus compañeros.. El Instituto funcionaba de manera poco satisfactoria, según aparece en un informe presentado por el maestro Rodríguez al Ayuntamiento el 19 de mayo de 1794 (33) Ese informe, al determinar lo que era necesario reformar, permite conocer sus fallas fundamentales. La primera indicación debe referirse al número de alumnos: ciento catorce niños no podían ser atendidos eficazmente por un maestro. Quizá esa era la causa de muchos de los otros inconvenientes e irregularidades. El maestro Rodríguez se quejaba de la negativa influencia de los padres en el funcionamiento de la Escuela; aludía a sus conflictos con las familias que protestaban por los castigos que se llegaba a imponer a los niños y le incomodaba ocupar los días viernes en despachar las contribuciones de cada quien. Los niños no llegaban a la Escuela a la hora fijada. El maestro no disponía de auxiliares para su labor. Aquellos padres que podían pagar no lo hacían con regularidad.. Los niños no tenían a su disposición en cantidad suficiente los útiles necesarios para su trabajo y perdían tiempo con la desordenada compra de los mismos.. Eran escasos los libros disponibles y muy costosos.. Los muebles de la Escuela resultaban incompletos e incómodos. La escuela siguió funcionando durante todo el año 1794 y en 1795 en las nada ideales condiciones que se han mencionado. El niño cumplió 11 años. Ya muerto su abuelo habitaba en la casa de su tío Carlos. Fue entonces cuando se presentó un grave conflicto. El niño no quería seguir viviendo con su tutor sino con su hermana María Antonia, casada con Pablo Clemente y Francia. ¿Por qué? Quizá se enteró del proyecto de su tutor de "transferirlo a la casa de don Simón Rodríguez..... quien teniéndole siempre a su vista y en su propia casa que es cómoda y capaz", "podrá más cómodamente proveer a su educación" (34)viajar a sus haciendas. Como era soltero su casa, durante esas ausencias, quedaba sin gobierno definido.. Pensaba que enviar al niño a una especie de internado sería una solución a sus problemas. El 23 de julio de 1795 el niño, aprovechando la ausencia de don Carlos, corrió a refugiarse en la residencia de su cuñado don Pablo de Clemente y Francia.. La reacción del niño puede hacer pensar que no le resultaba nada grato el tener que habitar en la casa de Rodríguez. Clemente, enseguida, avisó a la Audiencia y le pidió y obtuvo la autorización provisional necesaria para mantener al niño en su casa. Don Carlos, al regresar, solicitó la entrega del niño y la Audiencia estimó prudente acceder a ello. Se inició de esa manera un largo, doloroso y complejo proceso judicial (35). En las actas de ese pleito es posible darse cuenta del estado de la educación del niño y de la situación de su carácter. Fuente: SIMÓN BOLÍVAR: ENSAYO DE UNA INTERPRETACIÓN BIOGRÁFICA A TRAVÉS DE SUS DOCUMENTOS Tomás Polanco Alcántara Obra suministrada por Universidad de los Andes, Mérida, Venezuela

sin fecha General Simón Bolívar Muy señor mío

 /sin fecha General Simón Bolívar Muy señor mío: Mi genio, mi Simón, amor mío, amor intenso y despiadado. Sólo por la gracia de encontrarnos...