LA NEGRA HIPÓLITA, NODRIZA DEL LIBERTADOR



LA NEGRA HIPÓLITA,
NODRIZA DEL LIBERTADOR
En los tiempos de zafra, es decir de cosecha en una hacienda, si era
necesario incrementar el número de trabajadores, los amos acostumbraban
trasladarlos desde alguna otra propiedad. Es así como Mateo, también
siervo de la familia Bolívar, oriundo de la hacienda “Santo Domingo de
Macaira” localizada en la jurisdicción del cantón Caucagua, conoce, se
enamora y contrae matrimonio con la joven Hipólita. Ella estará en fecha
de parto al momento de nacer el cuarto hijo de doña María de la
Concepción Palacios de Bolívar.
Durante una década cesará de su ocupación ordinaria en la hacienda
y estará en forma exclusiva al cuidado y crianza del niño Simón. Ella desde
joven fue buena como jinete, por lo tanto no representará ninguna
dificultad impartir las primeras lecciones de cómo montar y jinetear a un
niño que con el correr de los años cabalgará las distancias y caminos más
sorprendentes que pueda imaginarse.
Hipólita era una mujer sencilla, ordenada, que ponía su empeño y
tezón en atender cabalmente las tareas que le fuesen asignadas. Respetuosa
y fiel, valiente y abnegada servidora que ganó merecidamente la confianza
de sus amos.
Bolívar decreta y concede la libertad a los esclavos casi desde el
comienzo de la lucha independentista y después, en 1821, a los pocos que
le quedaban. Pero la negra Hipólita sigue fiel porque era un lazo de amor y
agradecimiento mutuo el que la unía a esa excepcional familia.
Fuente: CARMELO PAIVA PALACIOS
LA NEGRA HIPÓLITA,
NODRIZA DEL LIBERTADOR

SIMÓN BOLÍVAR: ENSAYO DE UNA INTERPRETACIÓN BIOGRÁFICA A TRAVÉS DE SUS DOCUMENTOS Tomás Polanco Alcántara




SIMÓN BOLÍVAR: ENSAYO DE UNA
INTERPRETACIÓN BIOGRÁFICA A
TRAVÉS DE SUS DOCUMENTOS
Tomás Polanco Alcántara
Una idea precisa de la clase y calidad de los libros que personas como los Palacios,
residentes de Caracas en este tiempo, podían reunir en sus bibliotecas, se puede
obtener gracias a la publicación de la obra de Fray Juan Antonio de Navarrete, Arca de
Letras y Teatro Universal (16) Por Navarrete se confirma, respecto a Feijóo la afirmación de Parra León que arriba mencionamos.
Al igual de casos similares que encontramos en la familia Bolívar, este don Feliciano
Palacios y Gil de Arratia también fue Alcalde de Caracas (1752). Su esposa, doña
Francisca, era descendiente de don Francisco Infante, uno de los fundadores de
Caracas, a quien antes mencionamos como el padre de doña Ana de Rojas, la esposa
de Alonso Díaz de Moreno y padres ambos de Beatriz Díaz de Moreno y de Rojas, la
esposa de Simón Bolívar "el mozo".
Don Feliciano de Palacios y Sojo Gedler, nacido en Caracas en 1689 y muerto en 1756,
vive el final del siglo XVII y la mitad del siglo XVIII. Fue cuatro veces Alcalde de Caracas
(1719-1735 1736 y 1750), Regidor Perpetuo (1722) y llegó al grado de Capitán. Se casó
dos veces y de su segundo matrimonio, contraído con Isabel María Gil de Arratia, nació
don Feliciano Palacios y Sojo y Gil de Arratia a quien nos acabamos de referir. Otro de
sus hijos fue Pedro, el músico y sacerdote, el "Padre Sojo" uno de los precursores del
movimiento musical venezolano.
Doña Isabel era hija de don Francisco Gil de Arratia y de doña Rosa María de Aguirre y
ésta de don Francisco de Aguirre y Villela otro acompañante de Diego de Lozada en la
fundación de Caracas.
Podríamos seguir con otros familiares pero con lo dicho se puede advertir que, cuando
don Juan Vicente Bolívar y Ponte y doña María de la Concepción Palacios y Blanco
contraen matrimonio y procrean a Simón Bolívar, éste representará tres siglos de historia de Caracas, desde los mismos fundadores de la ciudad, con sus Alcaldes, Regidores Perpetuos y Gobernadores de la Provincia.
Son personas que estuvieron al mando de las milicias provinciales. Entre ellos hubo
dueños de fortuna importante, representada en especial por posesiones en los Valles de
Aragua.
En la familia Palacios se acostumbraba tener bibliotecas y participar en manifestaciones
artísticas. En la familia Bolívar predominan las funciones políticas, militares y agrarias. El grupo familiar se extendió ampliamente por la frecuencia de dobles matrimonios y de
abundante descendencia. Además, sucesivas uniones conyugales los ligaron a casi
todas las familias de la ciudad y de la Provincia.
La presencia de los Bolívar y de los Palacios era indispensable y valiosa en todos los
asuntos principales que pasaban en la época.
Podemos ahora seguir al joven Simón en su viaje a bordo del San Ildefonso .
Fuente: SIMÓN BOLÍVAR: ENSAYO DE UNA
INTERPRETACIÓN BIOGRÁFICA A
TRAVÉS DE SUS DOCUMENTOS
Tomás Polanco Alcántara

SIMÓN BOLÍVAR Y LA GRAN COLOMBIA Ideales



SIMÓN BOLÍVAR Y LA GRAN COLOMBIA
Ideales
Para garantizar la libertad de Colombia consideraba vital
conseguir cuanto antes el control sobre Venezuela para
impedir que los españoles la utilizaran como puesto de
avanzada en tierra firme para sus campañas de
reconquista, por lo que decidió emprender esta tarea como
algo prioritario.
A medida que pasaba el tiempo Bolívar tuvo que lidiar con
personajes que habían ganado su generalato a través de la
acción pero que por el tipo de guerra que se hacía en ese
momento, acabaron aceptando la Jefatura Suprema de
Bolívar como un mal necesario para poder derrotar a los
españoles.
Fuente: SIMÓN BOLÍVAR Y LA GRAN COLOMBIA

SIMÓN BOLÍVAR: ENSAYO DE UNA INTERPRETACIÓN BIOGRÁFICA A TRAVÉS DE SUS DOCUMENTOS



SIMÓN BOLÍVAR: ENSAYO DE UNA
INTERPRETACIÓN BIOGRÁFICA A
TRAVÉS DE SUS DOCUMENTOS
Tomás Polanco Alcántara
Don Juan de Bolívar y Martínez de Villegas, en 1728, adquirió por medio de la Orden de San Benito, representada por el Abad del Monasterio de Montserrat, el derecho de
recibir el título de Marqués de San Luis. Pagó el precio de 22.000 ducados según la
escritura del Abad. Era esa una forma usada por la Corona, entonces en cabeza de
Felipe V, para ayudar al Monasterio en la búsqueda de los fondos destinados a mejorar
sus instalaciones. Don Juan falleció antes de recibir el título y en testamento cedió ese
derecho a su hijo mayor don Martín de Bolívar y Ponte.
Don Juan y doña Petronila procrearon en 1726, es decir ya entrado el siglo XVIII y
reinando en España por segunda vez don Felipe V, a don Juan Vicente Bolívar y Ponte,
quien morirá en 1786 a los sesenta años de edad. A don Juan Vicente, por la muerte de
su hermano Martín pasó el derecho de recibir el título de Marqués de San Luis, pero no
hizo gestión alguna en tal sentido.
Don Juan Vicente casó en 1773 con doña María de la Concepción Palacios y Blanco y
con ella, en 1775, viajó a España para discutir problemas de la herencia de don Pedro
de Ponte Andrade, su abuelo. De nuevo un miembro de la familia Bolívar recorría los
caminos del Atlántico.
Hasta ahora poca atención se ha prestado por los historiadores a don Juan Vicente de
Bolívar y Ponte, defensor del puerto de La Guaira en 1743, Procurador General de
Caracas en 1747, Teniente del Rey en 1759, Administrador de la Real Hacienda en
1765, Jefe del Batallón de Milicias Regladas en los Valles de Aragua en 1783, y junto
con el Marqués de Mijares y don Martín Tovar, uno de los pocos y extraños criollos que
expresaron simpatía por Francisco de Miranda.
Su biblioteca fue importante y su influencia social muy grande. Entre sus libros estaban
obras de Bossuet, Ordenanzas Militares, el teatro Crítico de Feijóo, las Comedias de
Calderón de la Barca, libros de Historia, etc. (11)
La presencia de Feijóo en esa Biblioteca no resulta sorpresiva sino que habla bien de su
propietario pues, como comenta Parra León, entonces "soplaba en Caracas el glorioso
aliento de Feijóo, cuya doctrina sobre la autoridad humana, con que se hizo . . . como él
decía, ciudadano libre de la república de las letras, sobre ser pasto corriente donde se
apacentaban los espíritus era mantenida con elogio en público y oficial de la
Universidad" (12).
Si ese hombre, don Juan Vicente, leía a Calderón, estudiaba las Ordenanzas Militares y
no le eran extraños Bossuet ni Feijóo, por lo menos debió de ser de aceptable formación
cultural.
No observó conducta regular y por el contrario, su agitada vida contrasta con la que le
correspondía como "persona principal" de su tiempo. Por tal motivo, en 1765, antes de
contraer matrimonio, fue canónicamente enjuiciado por el Obispo Diego Antonio Diez
Madroñero, acusado de llevar vida licenciosa y causar graves escándalos, "temido de
blancas y de indias, de doncellas y de esposas" (13).
Doña María de la Concepción Palacios y Blanco, nacida en Caracas en 1758, era hija de
don Feliciano Palacios y Gil de Arratia y de doña Francisca Blanco Infante y Herrera.
(14)
Las familias Palacios y Blanco, al igual que los Bolívar, estaban ligadas a la tradición y
vida de Caracas. Ya hemos visto que, de los otros Palacios y Blanco, don Esteban será
tutor y padrino de confirmación de Simón Bolívar y que don Carlos actuará como sustituto del tutor; más adelante indicaremos que don Pedro lo atenderá en España.
Doña Josefa casará con el después prócer José Félix Rivas.
Don Feliciano Palacios y Gil de Arratia, venido al mundo en 1730 y fallecido en 1793 era hijo de don Feliciano de Palacios Sojo y Gedler y de doña Isabel María Gil de Arratia y Aguirre.
Tenía una extensa biblioteca. Es un típico personaje del siglo XVIII. Sobrevivirá a su
yerno Juan Vicente Bolívar (fallecido en 1786) y a su hija María de la Concepción
(fallecida en 1792).
Existe un catálogo parcial de la Biblioteca de los Palacios que permite conocer las
preocupaciones intelectuales de los dueños de esa Biblioteca: agricultura, comercio,
navegación, economía, historia, gramática latina, instituciones canónicas, matemáticas,
religión, industrias, etc. Está la Riqueza de las naciones de Adam Smith, La Conquista
de Nueva España de Bernal Díaz del Castillo, el Tratado de las virtudes de Rivadeneira,
la Historia Natural de Buffon. (15)
Fuente: SIMÓN BOLÍVAR: ENSAYO DE UNA
INTERPRETACIÓN BIOGRÁFICA A
TRAVÉS DE SUS DOCUMENTOS
Tomás Polanco Alcántara

LA NEGRA HIPÓLITA- NODRIZA DEL LIBERTADOR



CARMELO PAIVA PALACIOS
LA NEGRA HIPÓLITA- NODRIZA DEL LIBERTADOR

PRESENTACIÓN
El presente trabajo fue publicado, por primera vez, en el
Boletín de la Academia Nacional de la Historia, Tomo LXXVII, Nº
307, Caracas, Agosto-Septiembre de 1994, en las páginas 130-138 y
la página 147.
Ese mismo año de 1994 fue editado, en forma de folleto, con el
sello de la “Librería Estelar” de Caracas.
Ahora, esta tercera edición, a 180 años del regreso triunfal del
Libertador Simón Bolívar (por última vez en vida) a su ciudad natal.
Transcurridos 244 años del nacimiento y 172 de la desaparición
física de la negra Hipólita, nodriza del Libertador.
Se trata íntegramente del texto dado a conocer en el Boletín de
la Academia Nacional de la Historia; aunque se agregaron unas
pequeñas notas al pié de página con el fin de explicar, especialmente,
el nombre homenajeado y precisar el lugar del fallecimiento del
Libertador.
I.- EN EL DINTEL DE LA GLORIA
La grandeza de una persona tiene su medida y equivalencia en la
obra que le haya correspondido participar. Una humilde mujer que pudo
haber pasado inadvertida se agiganta en el tiempo por haber contribuido en
la crianza de un personaje de inmensa significación en la construcción de
las naciones del continente americano. La negra Hipólita es recordada por
su papel de nodriza de Simón Bolívar, el Libertador. Ella desempeñó a
cabalidad el trabajo que le correspondió en los primeros años de la vida de
quien es reconocido por la historia como Libertador y Padre de cinco
naciones en la América del Sur.
Hipólita fue uno de los pilares principales que sostiene el escenario
de los primeros años de Bolívar y dejará indelebles señales porque está
comprobado que en la psicología de un hombre participa activamente todo
lo que le rodea en la niñez. Entre los pocos personajes del recuerdo de años
infantiles que aparecen mencionados en los escritos de Bolívar destaca la
figura de la negra Hipólita, a la que considera y reconoce como madre y
padre.
Es imprecisa la fecha de su nacimiento y se da por probable el 13 de
agosto del año 1763, en San Mateo1, localidad del hoy Estado Aragua, y
bautizada con el nombre inscrito en el santoral católico2 para
conmemorarse en el mencionado día. Esclava de la familia Bolívar Palacios
en la hacienda “El Ingenio”3 en San Mateo; pero la vida rutinaria de
trabajo en su lar nativo se suspende cuando, en los días finales del mes de
julio de 1783, se le trae a Caracas para que sirva de nodriza a un niño
recién nacido en la casa de sus amos, vendrá a desempeñar la obra que
significará su grandeza y hará perdurable su nombre.
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1 Población perteneciente a la Provincia de Caracas que fue fundada el 30 de noviembre de 1620.
2 San Hipólito (13 de agosto), un mártir de la Iglesia Católica que vivió en el siglo III. En tiempos del emperador Maximiano, murió en la isla de Cerdeña y su cuerpo, años más tarde, fue llevado al Cementerio de la Vía Tiburtina y enterrado frente a la tumba del Diácono San Lorenzo.
3 Situado en terrenos de la que fue, desde finales del siglo XVI, encomienda otorgada a don Simón Bolívar el viejo (o sea que dicha hacienda perteneció a la familia Bolívar durante más de 350 años. En 1827 el Libertador señala en una carta que su hermana María Antonia estaba pensando en venderla. Así que fue vendida a particulares. Posteriormente, en tiempos del gobierno de Juan Vicente Gómez, fue adquirida por éste.
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Fuente: CARMELO PAIVA PALACIOS
LA NEGRA HIPÓLITA,
NODRIZA DEL LIBERTADOR
EDICIONES LIBRERÍA ESTELAR
CARACAS, 2007.

SIMÓN BOLÍVAR Y LA GRAN COLOMBIA



SIMÓN BOLÍVAR Y LA GRAN COLOMBIA

Biografía
 Simón, de la estirpe vasca de
los Bolibarjauregui, pero de
raza tirando a mulata, nació el
25 de Julio de 1783 en Caracas.
Su padre, Juan Vicente Bolívar
y Ponte-Andrade y su madre
María de la Concepción
Palacios de Aguirrre y Ariztía-
Sijo y Blanco, pertenecían a la
aristocracia caraqueña. La
familia Bolívar provenía de una
población llamada La Puebla
de Bolívar, en Vizcaya(País
Vasco).
La gran Colombia
El nombre de Colombia se otorga al ideal de integración de toda
Sudamérica, el cual Simón Bolívar persiguió.
Ya en 1815, en Jamaica, Bolívar había expuesto la idea de
Colombia ,como un país que debía hacerse realidad. Para ello
haría falta crear un gobierno centralizado capaz de coordinar
acciones necesarias para resguardar las fronteras y aglutinar a
todo los pueblos hispanoamericanos como garantía de
independencia.
Aunque el precursor de esta idea fue Francisco de Miranda, el
mérito fue de Bolívar por llevar a cabo el gran proyecto.
Fuente: SIMÓN BOLÍVAR Y LA GRAN COLOMBIA
Diana Placencia
1º Bachiller B
Carmelitas Vedruna
2010 - 2011

BOLIVAR PENSAMIENTO PRECURSOR DEL ANTIIMPERIALISMO FRANCISCO PIVIDAL



BOLIVAR
PENSAMIENTO PRECURSOR DEL
ANTIIMPERIALISMO
FRANCISCO PIVIDAL

Al pueblo de Venezuela lleno de gloriosas
tradiciones heroicas.
Quede expresada nuestra profunda gratitud
al profesor Juan Marinello, por el estímulo
que nos brindara en la realización de esta
obra.
INTRODUCCIÓN
Se ha comentado mucho el gusto de los latinoamericanos por el énfasis que ponen en revivir constantemente la etapa de sus guerras independentistas, a pesar del breve lapso en que éstas se desarrollaron.
En el Handbook of Latin American Studies se afirma que en la década de 1960 a 1970 aparecen registrados 50.000 títulos. De ese total, el 35% está consagrado al referido período. Cuando se reconoce la existencia de un volumen tal de publicaciones, sin que
el hallazgo de nueva documentación la justifique, el hecho deja de ser curioso para convertirse en significativo. Un consenso tan grande demuestra que existe una realidad histórica que no ha sido recogida y pugna porque lo sea para conocimiento y beneficio de los pueblos de la América Latina y el Caribe.
Posiciones a que se enfrenta nuestro libro
Existen dos Bolívar: el mantuano y el revolucionario. No queda duda alguna que el cambio comienza tan pronto El Libertador analiza en sendos documentos las causas del fracaso de la Primera y Segunda Repúblicas. En ambas, la ausencia del pueblo venezolano y el espíritu de conciliación que permea a los mantuanos se le evidencian objetivamente. El mantuanismo no iría más allá de una simple sustitución de los “godos” por los “criollos”, para que estos últimos ocuparan las posiciones de aquellos. Más que la independencia total de España, procuraban, como los divorcios eclesiásticos, la separación de cuerpos sin la destrucción del vínculo. Mientras Bolívar muere en la mayor miseria, los mantuanos viven en la mayor holgura.
La clase económicamente dominante ha querido perpetuar al Bolívar mantuano y silenciar al Bolívar revolucionario, al que legisló sobre el derecho a la explotación del subsuelo sólo por el Estado, etcétera.
Hay que arrebatarle a la burguesía y sus aliados naturales: el imperialismo y la reacción, el Bolívar guerrero sin contenido social, simbolizando en la frialdad estatuaria del mármol o del bronce, para entregarle al pueblo de Venezuela el Bolívar revolucionario que todos llevan en el corazón, aquel que consagró el Congreso de Panamá a defender las masas empobrecidas de “nuestra América”, frente a las pretensiones expansionistas y hegemónicas del monroísmo y del panamericanismo.
Los círculos gubernamentales de los Estados Unidos combatieron por espacio de sesenta y tres años la posibilidad de que las repúblicas hispanoamericanas continuaran los propósitos integracionistas de la Anfictionía, fuera del dominio del águila imperial. Cuando en 1889-1890 creyeron eliminado todo vestigio bolivariano y se lanzaron a la celebración en Washington de una “Primera Conferencia Internacional Americana”, presidida por el águila que parecía apretar “...en sus garras los pabellones todos de la América...” bajo el pretexto de fomentar relaciones “cordiales” por medio del comercio, se alzó la voz de José Martí:
Jamás hubo en América de la independencia a acá, asunto que requiera más vigilancia, ni pida examen más claro y minucioso, que el convite que los Estados Unidos potentes, repletos de productos invendibles, y determinados a extender sus dominios en América, hacen a las naciones americanas de menos poder...
La Nación, Buenos Aires
19 y 20 de diciembre de 1889.

Fuente: La presente edición ha sido tomada de Bolívar Pensamiento Precursor del
antiimperialismo, Ediciones Casa de las Américas, Cuba, 1977
© Ministerio del Despacho de la Presidencia
Bolívar Pensamiento Precursor del Antiimperialismo
Ediciones de la Presidencia de la República
Caracas - Venezuela, 2006
Depósito Legal: lf5332006900106
ISBN: 980-03-0357-X

sin fecha General Simón Bolívar Muy señor mío

 /sin fecha General Simón Bolívar Muy señor mío: Mi genio, mi Simón, amor mío, amor intenso y despiadado. Sólo por la gracia de encontrarnos...